Después de mostrarse como una de las parejas más queridas que surgieron de Gran Hermano, Thiago Medina sorprendió a sus seguidores al confirmar su separación de Daniela Celis, madre de sus hijas Laia y Aimé. Lo hizo a través de un video publicado en sus redes sociales, donde explicó los motivos detrás de la decisión. "Nos separamos, no estábamos bien últimamente", reveló mientras paseaba en bicicleta.

Las presiones de la paternidad y la convivencia

Según contó el joven influencer, la convivencia diaria y las nuevas responsabilidades como padres impactaron en la relación. "Nos dimos un tiempo", explicó, al tiempo que dejó en claro que ya no vive con Daniela, aunque se mudó a unas pocas cuadras para poder ver a sus hijas todos los días.

La decisión de Daniela de enviar a las gemelas a un jardín maternal también fue un punto de tensión. Thiago confesó que eso le removió traumas de su infancia, marcada por hogares y abandono: "No quiero que mis hijas crezcan lejos de mí", dijo conmovido.

Exposición, críticas y distanciamiento emocional

Thiago también contó que intentó realizarse una vasectomía, aunque finalmente no lo hizo. Esa decisión y el miedo a un nuevo embarazo provocaron un quiebre en la intimidad con su pareja. Por otro lado, la exposición mediática y las críticas constantes en redes también desgastaron el vínculo. Daniela, por su parte, se quejó públicamente de los juicios que recibe cada vez que sale sola: "Me preguntan por las nenas cuando estoy en un boliche con un trago... no, por favor".

A pesar del final, Thiago aclaró que mantienen una buena relación por el bien de sus hijas. Mientras se adapta a su nueva rutina, retomó su faceta de streamer e influencer, mostrando su nuevo hogar y su deseo de mantener su rol paterno intacto. Por el momento, Daniela eligió el silencio y se limitó a repostear mensajes de apoyo de sus seguidores.