Tensión en Turquía: la China Suárez vivió un mal momento con su hija durante los festejos del Galatasaray
Eugenia "la China" Suárez volvió a decir presente en Turquía para acompañar a Mauro Icardi en los festejos por un nuevo título del Galatasaray.
Durante la vuelta olímpica, la China Suárez y su hija mayor, Rufina Cabré, atravesaron un momento de tensión cuando intentaban ingresar al campo de juego y la seguridad no les permitía el paso.
Con celulares apuntando desde todos los ángulos y el tumulto habitual de una fiesta multitudinaria, la China quedó separada de Icardi y su grupo. "Baby, ¿los sacás? No me dejan pasar", se la escucha decir en un video que circuló por redes. Ante esto, el delantero intervino para que abrieran paso a su pareja e hijos, devolviendo algo de calma a la situación.
Escapadas, cultura y momentos íntimos en medio del caos
Después del incidente, Eugenia volvió a sonreír. Y mientras los medios aún siguen de cerca los vaivenes judiciales de Icardi con Wanda Nara, la actriz argentina eligió enfocarse en compartir tiempo de calidad con sus hijos y explorar Estambul. Entre paseos y recorridas, visitaron el Palacio de Dolmabahçe, una joya histórica frente al Bósforo.
Uno de los momentos más tiernos fue protagonizado por Rufina, quien sorprendió a su mamá cantando en turco durante la excursión. Un gesto que emocionó profundamente a la ex Casi Ángeles y que dejó en evidencia el vínculo especial entre madre e hija en un contexto de tanta exposición.
Rumbo a Ibiza: descanso y cine tras el agitado paso por Estambul
Con la agenda recargada, la China ya dejó Estambul y aterrizó en Ibiza, donde participará de una proyección de su nueva película Linda. Pero antes de partir, compartió imágenes frente al mar, junto a sus hijos, con el Bósforo de fondo. En una de las fotos, posó con un vestido beige de mangas largas y textura liviana, recorriendo los jardines del palacio con un aire de calma en medio del torbellino mediático que la rodea.
A pesar de los conflictos y la exposición, Eugenia parece encontrar pequeños refugios donde reconectar con lo importante: su familia, su trabajo y momentos simples que hablan más que mil titulares.