Graciela Alfano recordó su romance con Carlos Menem: "Me enamoró el caudillo con patillas"
La exvedette habló de su vínculo con el expresidente a raíz del furor por la serie sobre su vida. Reveló detalles íntimos y contó por qué no aceptó ser primera dama.
Graciela Alfano volvió a ser noticia al recordar su romance con Carlos Menem, en medio del éxito de la serie que retrata la vida del expresidente. En una entrevista con Puro Show, la exvedette confesó cómo fue ese vínculo, por qué se enamoró de él y cómo vivieron sus encuentros íntimos en los años '90.
"Me enamoró cuando era el caudillo con patillas. Me daba una cosa riojana que venía con boleadoras, un show mío en mi cabeza", relató con humor. Aunque el romance fue corto-unos seis o siete meses-, Alfano dejó en claro que fue intenso y cargado de adrenalina: "Nos encontrábamos en barcos en el medio del Río de la Plata. Me divertía todo eso, esa parafernalia".
"No acepté ser primera dama porque era muy infiel"
La actriz también reveló que Menem le propuso ser su pareja oficial tras separarse de Zulema Yoma. "Estaba enamorado, pero yo no acepté porque en ese momento la fidelidad no era mi fuerte. Hoy quiero ser leal, pero en ese momento no lo era. Además, tenía marido, hijos, y él lo entendía perfectamente", sostuvo.
Contó además que su entonces esposo era funcionario del gobierno menemista y "uno de los hombres más ricos del país". Según sus propias palabras, no llegó a quedarse a dormir con Menem: "Me sacaban tarjeta roja. Una cosa es hacernos los boludos, otra es quedarme a dormir".
"Siempre fui empoderada, incluso con él"
Alfano detalló cómo era la dinámica de los encuentros: "Él me proponía cosas y yo se las cambiaba. Le decía ‘quiero en el helicóptero acá' o ‘en el barco de Mario Falak'. Yo tenía poder, siempre fui empoderada". Según contó, incluso el entonces jefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy, estaba preocupado por ocultar el romance.
"Me divertía todo eso, esa adrenalina. Cómo llegar, que nadie se entere. Era fabuloso", dijo. Pero, como reconoció, todo tuvo un final: "Después me aburrí. Las cosas dan hasta un tiempo y después mueren".