Se cumplen 59 años de la muerte del mítico Walt Disney, creador del Ratón Mickey, una de sus primeras figuras que lo impulsaron en una carrera histórica, la cual a día de hoy uno de los principales sellos del mundo lleva su nombre y cada día crece más con la compra de grandes franquicias como el Universo Cinematográfico de Marvel, Star Wars y Los Simpson.

¿Quién fue Walt Disney?

Fue heredero directo de Thomas Alva Edison. Disney fue un explotador e innovador de cada derecho de autor que tenía, lo que le permitió encontrar un camino de logros en un cine temprano.

En 1966 recibió la noticia de que tenía cáncer de pulmón izquierdo, cuya metástasis ya estaba dando signos de haber irrumpido, vía sistema nervioso en el cerebro y pocos meses después falleció debido a que, cuenta una leyenda, habría sufrido un paro cardíaco sometido en un proceso de congelamiento en la fecha que finalmente quedó como la de su deceso. 

El 15 de diciembre de 1966, a los 65 años, murió en Burbank, California y cuenta una leyenda urbana que entre las disposiciones que había dejado era que su cuerpo sea congelado por la ciencia, así en un futuro pueda ser resucitado mediante una técnica desconocida hasta el día de hoy. 

La vida temprana de Walt Disney

Nació en Chicago, Illinois, el 5 de diciembre de 1901, hijo de granjeros de origen irlandés que en 1909 se vieron movidos por situaciones adversas, como el tifus de su padre, a Kansas City, donde tuvo que trabajar como canillita y así ayudar a su familia hasta que la vida le dio la posibilidad de volver a Chicago, donde retomó sus estudios e incorporó los de arte.

A sus 15 años seguía vendiendo diarios y baratijas en trenes, el gran salto lo dio por su gran habilidad para dibujar en el diario escolar. Se enlistó en la Primera Guerra Mundial, a pesar de ser menor de edad, pero llegó a Alemania justo en el momento de armisticio, se quedó y buscó una alternativa a su necesidad de servir. 

En Francia manejó ambulancias y fue en ese momento en Europa cuando cayó en el vicio del cigarrillo, regresó a Kansas y comenzó a diseñar avisos para una agencia de publicidad y se unió a Ub Iwerks con quien fundó su primera empresa, la cual fracasó, aunque siguió insistiendo con la independencia al trabajo produciendo cortos de cuentos clásicos.

Tras fracasar con una versión de "Alicia en el país de las maravillas", partió a California. Finalmente asociado con su hermano Roy, produjo filmes con actores combinados con animaciones, y en 1927 tras respaldar a Iwerks en el conejo Oswald, la Universal le hace una mala jugada, pierde el copyright y junto a su socio crea el ratón Mortimer que más tarde se conocería como Mickey.

El auge de Walt Disney y la propaganda de la Segunda Guerra Mundial

En 1937 presentó Blancanieves y los siete enanitos, lo que costó un millón y medio de dólares y solo entonces recaudó más de 8 millones, lo que equivaldría a unos 100 millones del 2025, de ahí siguieron otras obras maestras como Pinocho y Fantasía.

Después del estreno de Dumbo, la Segunda Guerra Mundial sorprende a Disney en su mejor momento, aprovechó aquella capacidad ociosa y armó una maquinaria propagandística que llega a producir cortos de animación que vistos hoy provocan escalofríos por la oscuridad de sus contenidos bélicos, algunos jocosos, otros no y con personajes siniestros.

Al finalizar la década del 40 y tras Bambi, Disney comienza a apostar por filmes con actores y series de TV como La isla del Tesoro, La Cenicienta, Alicia en el País de las Maravillas y Peter Pan. Aquí apareció la idea de levantar un enorme parque de diversiones temático con sus personajes, lo que se conoce como Disneyland desde 1955.

En 1956 dejó de hacer cortometrajes animados, pero no así ocasionales largos, como "La noche de las narices frías", "101 dálmatas", "La bella durmiente", "La espada en la piedra", y en 1964 la versión cantada y bailada de "Mary Poppins", mezcla de actores de carne y hueso con animaciones, y de paso anunció la construcción de Disneyworld.

El Legado de Walt Disney para el cine y la animación

Muerto Disney, en 1972 los ensayistas Ariel Dorfman y Armand Mattelart escribieron "Para leer al Pato Donald" en el que plantean la hipótesis marxista de que la historias de Mickey, Donald y su tío rico, o de Pluto, no solo serían un reflejo de la ideología de la clase dominante sino que, además, cómplices activos y conscientes de la tarea de su difusión.

Sea de la forma que sea, Disney fue dueño de un talento insuperable, de una capacidad única para armar equipos de trabajo, un hábil generador de negocios y nuevos emprendimientos, que los apuntes críticos acerca de su postura en momentos políticos conflictivos, no lograron opacar.

Para el universo del marketing, Disney no murió, dejó de ser Walt para convertirse en una marca registrada, la que llevan todo tipo de producciones audiovisuales para los formatos que existen o existirán, todo tipo de plataformas, productos y negocios, siempre a lo grande.