Después de una tumultuosa semana llena de tensiones, peleas y conflictos, la casa de Gran Hermano se preparaba para una nueva gala de eliminación con una placa XL compuesta por ocho jugadores: Manzana, Agostina, Joel, Nicolás, Sabrina, Lisandro, Emmanuel y Virginia. El cantante de RKT parecía estar en una posición comprometida después de su disputa con Furia.

Tensión en el aire

El clima en la casa se volvió aún más tenso después de la cena de los nominados, donde cada jugador expresó su perspectiva de la situación. Lisandro fue el primero en hablar, señalando las complicaciones de Federico debido a la exposición con Furia. 

Agostina también opinó que esta placa no le favorecía y que sus seguidores no podían hacer mucho por él. Sin embargo, lejos de mostrarse nervioso, el cantante defendió su posición y habló sobre su enfrentamiento con Juliana, expresando su claridad en el juego y su pasión por el mismo.

Joel aumentó la tensión al expresar abiertamente su deseo de que Lisandro abandonara la casa, revelando que no le gustaban muchas cosas de él y que prefería que estuviera afuera.

Decisión final

Durante la gala, Virginia fue la primera en ser salvada, seguida por Lisandro. Nicolás también fue anunciado como salvado, lo que generó alegría en la casa. La placa final quedó conformada por Agostina, Federico y Sabrina. 

Finalmente, Santiago del Moro anunció que, por decisión del público, Sabrina abandonaría la casa, lo que provocó una reacción inmediata de la contadora, quien expresó su descontento y soltó un insulto. Furia, por su parte, celebró la eliminación de Sabrina, desencadenando una nueva discusión entre ambas. Enojada, Sabrina le aseguró a Juliana que no llegaría a la final.