Si tenés perro, seguro ya viviste esta escena: te levantás para ir al baño y, al darte vuelta, ahí está él, siguiéndote como si tuviera una misión importante. Aunque puede parecer una actitud divertida o extraña, lo cierto es que este comportamiento tiene una explicación más profunda.

Los perros son animales ultra sociales, necesitan estar cerca de su familia humana y sentirse incluidos en cada momento, incluso en los más íntimos. Para ellos, seguirte hasta el baño no es raro: es parte de su forma de decir "acá estoy, con vos".

Las razones más comunes por las que tu perro no se despega

Expertos en comportamiento animal coinciden en que este hábito responde a varios factores naturales o aprendidos. Acá te contamos los más frecuentes:

1. Refuerzo del vínculo

Acompañarte al baño es, para tu perro, una manera de mantenerse conectado con vos. Es un acto de amor y lealtad, simple y directo.

2. Pura curiosidad

Los perros son súper observadores y quieren saber todo lo que pasa. Si te ven entrar a un lugar cerrado, se preguntan qué hay ahí y por qué no pueden ir con vos.

3. Costumbre adquirida

Si en algún momento lo premiaste o le hablaste cuando te siguió al baño, lo tomó como una rutina válida y la repite cada vez.

4. Miedo a quedarse solo

Algunos perros tienen ansiedad por separación. Seguirte les da seguridad y calma, incluso por unos minutos.

5. Instinto protector

Tu perro siente que es su deber cuidarte. Incluso cuando estás en el baño, quiere asegurarse de que estés bien.

¿Cuándo puede ser un problema?

En general, este comportamiento es totalmente normal. Pero si notás que tu perro no puede estar solo ni un segundo, llora, ladra o se estresa cuando te perdés de vista, podría tratarse de ansiedad por separación.

En esos casos, lo mejor es consultar con un veterinario o etólogo canino. Ellos pueden ayudarte a que tu mascota gane confianza y aprenda a tolerar mejor los momentos de distancia.