¿Cuál es la misteriosa y peligrosa enfermedad transmitida de perros a humanos? Enterate aquí
Las provincias de Neuquén y Chubut son las más afectadas. En 2024 se registraron 643 casos.
La hidatidosis, también llamada equinococosis quística, es una enfermedad parasitaria provocada por Echinococcus granulosus. Los perros son el hospedador definitivo del parásito, que se libera a través de sus heces y puede contaminar agua, tierra, verduras y el pelaje del animal.
El ganado se infecta al pastar en campos contaminados y los humanos contraen la enfermedad al ingerir huevos del parásito, generalmente por contacto con perros infectados o consumo de alimentos y agua contaminados. La enfermedad no se transmite de persona a persona.
Síntomas y diagnóstico: la enfermedad que se oculta
La hidatidosis es crónica y silenciosa. Los quistes crecen lentamente, a veces durante años, y pueden alcanzar hasta 30 centímetros, alojándose principalmente en hígado y pulmones. Los síntomas dependen de la ubicación de los quistes e incluyen dolor abdominal, tos persistente, dificultad respiratoria o alteraciones neurológicas.
Muchas veces el diagnóstico ocurre de manera casual a través de estudios por otros motivos. Cuando los quistes se rompen, liberan líquido parasitario que puede generar complicaciones graves y dificultar el tratamiento.
Tratamiento y prevención
En personas, el tratamiento inicial se realiza con albendazol durante tres meses, aunque solo el 13% de los pacientes completa el esquema. En casos de quistes grandes, se recurre a la cirugía.
En perros, la desparasitación periódica es clave, mientras que en el ganado, la vacunación de ovinos y caprinos permite interrumpir el ciclo del parásito antes de que llegue al ser humano.
Las medidas preventivas incluyen no alimentar a los perros con vísceras crudas, desparasitarlos cada 45 días, mantener la higiene en huertas y hogares, lavar frutas y verduras con agua segura, y limitar el contacto cercano entre niños y perros infectados.
Un problema ligado a hábitos culturales y rurales
El ciclo de transmisión de la hidatidosis se mantiene por costumbres rurales arraigadas, como el uso de vísceras crudas para alimentar a los perros o la falta de acceso a agua segura y condiciones de higiene óptimas.
La vigilancia epidemiológica muestra que, entre 2019 y 2023, se notificaron 470 casos promedio por año, mientras que en 2024 se registraron 643 casos, un aumento que refleja mayor notificación y testeos más eficientes, según especialistas. Las provincias patagónicas, como Neuquén y Chubut, presentan las tasas más altas, con más de 20 casos por cada 100.000 habitantes.
El desafío sanitario requiere respuestas integrales: cambiar hábitos, mejorar la higiene, controlar la faena del ganado y mantener programas de vacunación y desparasitación son pilares fundamentales para reducir la circulación del parásito y proteger a la población.