En un nuevo capitulo del conflicto entre Wanda Nara y Mauro Icardi, han salido a la luz nuevos mensajes privados que muestran la tensión que persiste entre ambos, especialmente en torno a sus hijos. Las conversaciones muestran cómo la conductora le reprochó a su ex esposo la falta de presencia en los cumpleaños de su hija.

Un cumpleaños marcado por la ausencia de Icardi 

El 19 de enero, la hija mayor de Wanda, Francesca, celebró su 10º cumpleaños con una fiesta íntima en la casa familiar, donde asistieron sus hermanos y amigos cercanos. Wanda intentó, en varias ocasiones, invitar a Icardi a los festejos, subrayando que la prioridad debía ser hacer que su hija tuviera un día inolvidable, a pesar de la situación personal entre ellos. 

En los mensajes, Wanda le envió detalles sobre los festejos y expresó su deseo de que Mauro pudiera asistir, tanto al evento íntimo como al festejo en el Parque de la Costa, aunque sin presionar demasiado. Sin embargo, lo que parecía un intento de mantener la cordialidad por el bien de Francesca, rápidamente se convirtió en un nuevo punto de conflicto.

 Wanda le recrimina la falta de presencia de Icardi 

Wanda Nara no tardó en expresar su enojo cuando notó que Mauro no se presentó en el cumpleaños de su hija. En un mensaje contundente, le reprochó la ausencia, acusándolo de haber dejado a su hija "destruida" en su día especial. Además, Wanda apuntó contra su novia la China Suárez insinuando que sus hijos no estaban dispuestos a aceptar a "esa mujer" en su círculo. 

En los intercambios de mensajes, Wanda mostró su frustración por la distancia emocional que Mauro había puesto entre él y sus hijos, subrayando que la relación con la familia debía ser una prioridad. A pesar de sus intentos de conciliación, Icardi respondió de manera distante, centrado en cuestiones económicas más que en el bienestar familiar. 

¿Se habrá roto la relación entre Mauro y sus hijos? 

Más allá de los mensajes furiosos de Wanda, también hubo intentos de mantener el contacto con Mauro para que pudiera ver a sus hijos. Sin embargo, las respuestas de Icardi fueron cada vez más escasas y sin mucho interés en retomar el contacto cercano con ellos. En los días siguientes, los intentos de comunicación entre las nenas y su padre también fueron infructuosos, lo que aumentó la tensión en la ya complicada relación.