El mundo del cine atraviesa un nuevo golpe. Peter Greene, actor reconocido por sus inolvidables papeles de villano en películas como Pulp Fiction y La Máscara, murió a los 60 años. Su cuerpo fue encontrado en su departamento del Lower East Side, en la ciudad de Nueva York.

Según informaron medios estadounidenses, el actor fue hallado sin vida en su vivienda de Clinton Street. Personal médico que acudió al lugar constató su fallecimiento y, hasta el momento, no se informaron signos de violencia. La causa de muerte será determinada por el médico forense.

Una figura clave del cine de los 90

Peter Greene alcanzó notoriedad internacional a mediados de los años 90 gracias a personajes oscuros y perturbadores que dejaron huella en el cine. Su interpretación de Zed, el sádico guardia de seguridad en Pulp Fiction (1994), dirigida por Quentin Tarantino, lo convirtió en un antagonista inolvidable.

Ese mismo año sumó otro rol emblemático como Dorian Tyrell, el principal villano de La Máscara, donde compartió pantalla con Jim Carrey y Cameron Diaz. Ambos papeles consolidaron su imagen como uno de los rostros más inquietantes y efectivos del cine de esa década.

A lo largo de su carrera, Greene participó en numerosas producciones cinematográficas y televisivas. Entre sus trabajos más destacados figuran Clean, Shaven, Laws of Gravity, The Usual Suspects, Blue Streak y Training Day, siempre asociado a personajes intensos y complejos.

Una vida marcada por la adversidad y la superación

Nacido en Montclair, Nueva Jersey, Greene atravesó una juventud difícil. A los 15 años se escapó de su casa y vivió en situación de calle en Nueva York, donde cayó en el consumo y la venta de drogas. En 1996, tras un intento de suicidio, decidió iniciar un proceso de recuperación que marcó un punto de inflexión en su vida personal.

Su representante, Gregg Edwards, lo recordó con afecto y admiración: "Era un actor extraordinario, con un talento enorme y un corazón gigante. Fue un gran amigo y lo voy a extrañar mucho".

Si bien su carácter fuerte le valió fama de ser exigente en los rodajes, quienes trabajaron con él coincidieron en que se trataba de un intérprete comprometido y perfeccionista, dispuesto a entregarse por completo a cada papel.

La muerte de Peter Greene deja un vacío en el cine y revive el recuerdo de uno de los villanos más memorables de Hollywood en los años 90.