Mauro Icardi y Wanda Nara volvieron a protagonizar una feroz pelea pública, esta vez con sus hijas en el centro de la escena. Todo comenzó con un posteo del jugador, en el que compartió una merienda familiar junto a una de sus hijas y los tres hijos que Wanda tuvo con Maxi López. Acompañó las imágenes con un simple pero emotivo mensaje: "¡Los amo!".

Sin embargo, Wanda no tardó en reaccionar. En sus redes, aseguró que su hija menor no estuvo en esa reunión porque tuvo un ataque de nervios al ver a la China Suárez, a quien volvió a insultar con dureza. Según la empresaria, la niña terminó llorando desconsoladamente y no quiso participar del encuentro familiar.

Icardi contraatacó con pruebas: "¿Le dolerá ver la felicidad de sus hijas?"

Molesto por las palabras de su ex, Icardi decidió responder sin filtros. Publicó un collage con fotos de una tarde de pileta junto a sus hijas y la China Suárez, en la que se los ve disfrutando y sonriendo. Su intención fue clara: desmentir la versión de Wanda y mostrar que la relación entre sus hijas y la actriz no es como ella asegura.

"Acá están las lágrimas de mis dos hijas... felices en familia", escribió Mauro, y agregó: "La única manera que derraman lágrimas es estando y viviendo en la mentira y el circo de la madre". Una frase filosa que dejó en evidencia la tensión entre ambos y la batalla que aún continúa, más allá de lo sentimental.

Viaje, críticas y un descargo cargado de acusaciones

La tensión entre Icardi y Wanda no es nueva, pero se reavivó tras el reciente viaje del delantero a Turquía, donde celebró un título con Galatasaray. El deportista estuvo acompañado por la China y los hijos de ella, lo que generó críticas por la ausencia de sus propias hijas en el festejo.

Ante el revuelo, Mauro estalló: "Para los que preguntan por qué mis hijas no estuvieron, les cuento: la madre les impide salir del país, me impide hablar con ellas, me impide verlas". Y fue más allá: "Hace seis meses que estoy en Argentina y solo las vi un día. Las pericias dicen que las nenas repiten lo que les dice la madre".

La disputa por la crianza y el vínculo con las menores sigue escalando, con acusaciones cruzadas que exponen el lado más crudo del conflicto familiar.