El volcán Etna, ubicado en la isla de Sicilia, entró en una fase de fuerte actividad el lunes por la madrugada. Desde entonces, una densa columna de cenizas, gases y fragmentos de roca no ha dejado de salir de su cráter, pintando de gris el cielo italiano y encendiendo las alertas de las autoridades. El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) informó que la erupción comenzó tras una "variación repentina de los parámetros" internos, y aunque actualmente se encuentra en "fase decreciente", el acceso a la cima fue restringido por seguridad.

La Protección Civil italiana pidió evitar la zona debido a los riesgos que representa esta actividad para excursionistas y visitantes. La imagen de la nube volcánica envolviendo la cima revivió, casi como una escena apocalíptica, una vieja profecía que muchos han relacionado con los escritos de Nostradamus.

Nostradamus y el "principio del fin"

Michel de Nostradamus fue un boticario y astrólogo francés del siglo XVI conocido por su enigmático libro Les Prophéties, una recopilación de 942 cuartetas que, según sus seguidores, contienen predicciones sobre el futuro de la humanidad.

Una de ellas hace referencia a una violenta erupción en el monte Etna que tendría lugar "al inicio de un año con cambios de poder y gran agitación". Algunos intérpretes señalan el 2025 como el año en que esa profecía podría hacerse realidad, y vinculan la actividad actual del volcán con el presunto "comienzo del fin".

Aunque Nostradamus no explicó con claridad qué implicaría ese fin, las especulaciones apuntan a eventos como una guerra global, desastres naturales catastróficos o el colapso de potencias mundiales. También se lo relaciona con la posible muerte del papa Francisco, otro elemento frecuente en las interpretaciones apocalípticas del adivino.

¿Mito o coincidencia?

Si bien estas teorías generan fascinación y temor en igual medida, lo cierto es que no hay evidencia científica que vincule la erupción actual con una catástrofe global. El Etna es uno de los volcanes más activos del mundo y ha tenido varias erupciones significativas en las últimas décadas. Sin embargo, su conexión con profecías antiguas sigue capturando la imaginación popular, alimentada por la incertidumbre de los tiempos actuales.