Lily Phillips es una joven de 23 años cuya popularidad creció de manera exponencial tras protagonizar un curioso desafío. Phillips tuvo relaciones sexuales con 100 personas diferentes, en un día. "Es como ser una prostituta", dijo entre lágrimas la joven al presentador Joshua Pieters, en un documental.

Durante la entrevista con Pieters, la modelo rompió en llanto tras haber cumplido el objetivo en un día. 

"‘No es para chicas débiles, si te soy sincera. Fue difícil. No sé si lo recomendaría. Es un sentimiento diferente. Es un uno contra uno, se siente intenso", dijo.

EL SEXO COMO GOCE

La periodista Luciana Peker es una de las principales referentes argentinas en defender el goce en el sexo. En su libro Putita Golosa se refiere al orgasmo feminismo y terminar de entender que el sexo no tiene que implicar padecimiento.

En este caso, se puede ver al final del documental el momento de mayor vulnerabilidad de Lily, quien entre llanto confesó que sólo recordaba a diez hombres con los que estuvo y se arrepintió de no haber podido brindar una experiencia de mayor calidad a sus seguidores. La joven también admitió que se sentía robótica mientras actuaba.

Que la joven haya comparado la experiencia con sentirse un robot deja en claro que no hubo una experiencia sexual desde la perspectiva del goce, lo que remite a un discurso retrógrado y sumamente machista. 

EL DEBATE EN REDES

A través de las redes sociales, miles de usuarios expresaron su preocupación por lo que vive Lily Phillips. Algunos usuarios opinan que la influencer, a sus cortos 23 años, quizás pueda estar siendo manipulada por su equipo de trabajo.

Otro usuario puso la mirada en los hombres que decidieron ser parte del desafío. En esa línea llamarnos a la reflexión como sociedad sobre el tipo de cultura a la que estamos acostumbrados, en donde se mira con mayor crítica a la mujer y no al hombre que decide consumir este tipo de prácticas. En este sentido, el usuario YellowFlashGuy  expresó: "Uno de estos perdedores le trajo flores. Una habitación llena de envoltorios de condones y mal olor, y este vagabundo le dijo: 'Aquí está mi señorita'".

 "El alma vacía", decía otro twitt para describir a las lágrimas y al ataque de angustia con el que se la veía a Phillips al final del reportaje.

Si bien Phillips se mostró totalmente colapsada luego de cumplir con el desafio, recientemente anunció en sus redes que se preparaba para un proximo objetivo: tener relaciones con 1.000 hombres en 24 horas. La influencer busca romper el récord de Lisa Sparks, que tuvo sexo con 919 hombres en Varsovia, Polonia, en 2004.

La vulnerabilidad de Lily Phillips, visibilizada en sus lágrimas al final del documental, es una oportunidad para cuestionar cómo nos relacionamos con el cuerpo y las emociones de las mujeres, y cómo esas experiencias, por radicales o complejas que sean, pueden ser espacios de empoderamiento en lugar de explotación. Reforzar la capacidad de las mujeres para elegir, sin culpabilidad ni juicio, es un paso necesario hacia una verdadera liberación y reconocimiento de su poder.