Un nuevo desafío viral encendió las alarmas en el ámbito de la salud. Se trata de la llamada "dieta de princesas de Disney", un reto que circula en TikTok y que invita a adolescentes a imitar supuestos hábitos alimentarios de personajes icónicos como Blancanieves, Ariel o Elsa, con la promesa de bajar entre cinco y diez kilos en apenas 15 días.

Aunque se presenta con una estética colorida y aparentemente inofensiva, especialistas advierten que el contenido es altamente riesgoso, sobre todo para quienes están en pleno crecimiento. El desafío propone planes de alimentación extremadamente restrictivos, sin respaldo científico, y refuerza ideales corporales irreales.

Un desafío viral que normaliza la restricción extrema

La dinámica del reto consiste en asignar un día a cada princesa. Por ejemplo, el "día Blancanieves" permite consumir solo manzanas; el "día Ariel", únicamente agua; el "día Elsa", agua fría y hielo; y el "día Jasmín", frutas y verduras con un límite de 600 calorías diarias. Así, durante dos semanas, se repiten pautas que excluyen grupos alimentarios esenciales.

"La preocupación es que se naturalice la restricción calórica extrema en edades tempranas. Asociar dietas con princesas convierte una conducta peligrosa en algo aspiracional", explicó la pediatra Ángela Nakab, de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). Según la especialista, el formato de desafío y la lógica de likes y visualizaciones invisibilizan los riesgos reales para la salud.

Impacto emocional y riesgo de trastornos alimentarios

Desde la salud mental, la psiquiatra Juana Poulisis, especializada en trastornos de la conducta alimentaria, alertó que este tipo de contenidos actúan como disparadores en cerebros vulnerables. "Si un niño empieza a pensar en calorías antes que en hambre o saciedad, se estimula un vínculo patológico con la comida desde edades muy tempranas", señaló.

Las expertas coinciden en que las princesas de Disney funcionan como figuras de apego cultural. Esa carga emocional hace que el mensaje llegue con mayor fuerza: "Si quiero ser como ella, tengo que comer como ella". La consecuencia es una comparación constante y una autoestima basada exclusivamente en la imagen corporal.

Consecuencias físicas que pueden dejar secuelas

Desde el punto de vista nutricional, la licenciada Elzita Borges fue contundente: "Son pautas absurdas, sin base científica y no recomendadas para nadie, mucho menos para niños o adolescentes". Entre los principales riesgos se encuentran:

• Déficit de nutrientes esenciales y desnutrición relativa.

• Mareos, desmayos, alteraciones cardíacas y electrolíticas.

• Retraso del crecimiento, trastornos hormonales y fatiga crónica.

• Mayor riesgo de desarrollar anorexia, bulimia o trastornos por atracón.

• Afectación del desarrollo óseo, cognitivo y puberal.

Además, las dietas extremas suelen generar efecto rebote y consolidar una relación dañina con la comida que puede extenderse durante toda la vida adulta.

El rol de las redes y la necesidad de acompañamiento adulto

Las especialistas subrayan que el formato de TikTok -videos breves, repetitivos y altamente estimulantes- potencia el impacto del mensaje. En la niñez y la preadolescencia, la corteza prefrontal aún no tiene capacidad crítica plena, por lo que los contenidos se incorporan sin filtros.

Por eso, recomiendan a madres, padres y adultos responsables acompañar el uso de redes, conversar sobre lo que consumen los chicos y promover una relación saludable con la alimentación, basada en el bienestar y no en el control del peso.

Lejos de ser un simple juego, la "dieta de princesas de Disney" expone una problemática más profunda: la presión estética temprana y la difusión de mensajes que pueden abrir la puerta a trastornos graves. Detectarlos a tiempo y no minimizarlos es clave para proteger la salud física y emocional de niñas, niños y adolescentes.