Durante la demolición de una casa ubicada en avenida Congreso al 3700, en el barrio porteño de Coghlan, donde vivió Gustavo Cerati entre 2001 y 2003, obreros encontraron restos humanos enterrados, lo que provocó la inmediata intervención de la Justicia y la suspensión de la obra.

La propiedad estaba siendo derrumbada para la construcción de un edificio. Fue en medio de las excavaciones que los trabajadores detectaron huesos humanos, junto con relojes y otros objetos antiguos. El hallazgo se produjo en una zona cercana a una medianera, desde donde se desprendió un bloque de tierra que dejó los restos a la vista.

De ex capilla a casa del líder de Soda Stereo

La artista plástica Marina Olmi, exdueña del inmueble y hermana del actor Boy Olmi, contó que compraron la casa a una mujer alemana hace más de 30 años. Según su relato, en ese lugar funcionaron anteriormente una capilla y luego un geriátrico, antes de que ella y Cerati la ocuparan. La vivienda tenía dos construcciones: una principal al frente y otra más pequeña atrás, que el músico usaba como taller artístico.

"Nos dijeron que antes había sido un geriátrico y antes una capilla. Pero de esto hablamos de hace más de 150 años", relató Olmi.

Intervención judicial y peritajes forenses

Tras el llamado al 911, efectivos de la Comisaría Vecinal 12C y la Policía Científica intervinieron en el sitio y trasladaron los restos óseos para análisis forense. La investigación quedó en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61, a cargo de Martín López Perrando.

Por el momento, la Justicia investiga la antigüedad de los restos y su posible relación con las actividades religiosas o geriátricas que se desarrollaron en el predio décadas atrás. En caso de determinarse que los huesos tienen origen arqueológico o histórico, la causa podría pasar al fuero federal.