Este martes se confirmó una decisión que ya venía generando tensión en el juicio por la muerte de Diego Maradona: el tribunal resolvió apartar a la jueza Julieta Makintach. La magistrada fue removida tras revelarse que estaba filmando, en secreto y sin consentimiento, una serie documental en pleno proceso judicial.

El hecho encendió alarmas dentro del ámbito legal y mediático, ya que se trataba de una producción no autorizada que se desarrollaba mientras se llevaban adelante las audiencias del caso más sensible del fútbol argentino.

"Justicia divina": el nombre del documental que nunca se anunció

La noticia cobró aún más fuerza cuando se filtró un tráiler del proyecto audiovisual. Según trascendió, el material fue producido por una empresa cercana a Makintach y tenía como título tentativo "Justicia divina". El adelanto muestra imágenes que habrían sido registradas durante las sesiones del juicio, sin conocimiento ni permiso de las partes involucradas.

La intención detrás del proyecto sigue siendo motivo de especulación. Algunos lo ven como una movida personal de la jueza para dar su visión del caso; otros, como un intento de protagonismo completamente fuera de lugar en un proceso tan delicado.

Polémica judicial y repercusiones en el entorno Maradona

La filtración del tráiler no solo precipitó la salida de Makintach del tribunal, sino que también generó un fuerte repudio entre abogados, familiares de Maradona y la opinión pública. La mezcla de justicia y espectáculo es vista como una falta grave, especialmente en un caso que todavía moviliza emocionalmente a millones de personas.

La investigación sigue su curso y, por ahora, se espera que el tribunal nombre un reemplazo para continuar con el proceso legal. Mientras tanto, el escándalo deja al descubierto un costado inesperado del juicio por la muerte del ídolo, donde la ética judicial quedó, al menos por un momento, fuera de foco.