A casi un año de la muerte del ex integrante de One Direction, Liam Payne, nuevos detalles estremecedores salieron a la luz. Un documental del medio estadounidense TMZ reconstruyó las últimas 24 horas del artista en el hotel CasaSur de Palermo, donde falleció tras caer del tercer piso.

Empleados, huéspedes y su amigo Roger Nores dieron sus testimonios. Coincidieron en que Payne mostró signos de intoxicación, desorientación, episodios de violencia y varios desmayos antes de su trágico final.

Una cronología marcada por el exceso

Según la investigación, Liam Payne pidió cuatro botellas de whisky la noche anterior a su muerte y cinco más en la madrugada siguiente. A las 7:00 de la mañana envió mensajes buscando escorts, y más tarde solicitó seis gramos de cocaína.

A lo largo del día, distintos testigos lo describieron como errático. A las 14:00 pidió más droga a un empleado del hotel. A las 16:26 bajó al vestíbulo con una notebook y una botella de whisky, rompió la computadora y se desmayó. Minutos más tarde volvió a bajar, casi inconsciente, y colapsó nuevamente.

El gerente del hotel llamó al 911 a las 17:01. Seis minutos después, Payne cayó desde el balcón de su habitación.

Testimonios desgarradores

Brett Watson, huésped del hotel, fue testigo de la caída: "Vimos a Liam caer. Aterrizó boca arriba. Supimos al instante que era él. Estaba inmóvil".

El masajista Daniel Salinas recordó que el cantante "estaba como convulsionando" y que intentaron ayudarlo a volver a su habitación. También reveló que el cuarto estaba completamente desordenado y que la imagen de Liam "perdido" es la última que guarda en su memoria.

La investigación apunta a Braian Nahuel Paiz, empleado del hotel, como quien facilitó cocaína al cantante. En el documental, Paiz admitió haber consumido droga con Payne, aunque negó haberle vendido: "Había cocaína. No mucha, pero tomamos un poco con un whisky".