El detrás de escena de los cascarudos en El Eternauta: cómo se crearon los monstruos más icónicos de la serie
Ignacio Pol, supervisor de efectos visuales de la adaptación argentina de Netflix, reveló cómo fue el complejo proceso para dar vida a los temidos "cascarudos" respetando el espíritu de la historieta original.
La versión audiovisual de El Eternauta no solo se propuso homenajear a la obra de Oesterheld y Solano López, sino también marcar un antes y un después en la producción de efectos visuales en Argentina. Ignacio Pol, supervisor general del área, destacó que la creación de los "cascarudos" -los emblemáticos enemigos alienígenas- fue el resultado de una colaboración inédita entre estudios locales e internacionales.
"Fue un trabajo colectivo", insistió Pol en diálogo con Teleshow, y detalló que incluso estudios que habitualmente compiten entre sí, como Many Worlds, Beat y Control Estudio, unieron fuerzas para afrontar la magnitud del proyecto. También participó el legendario estudio Industrial Light & Magic, conocido por su trabajo en Star Wars.
Cómo se gestaron los cascarudos
El diseño original de los monstruos partió de bocetos realizados por el artista plástico Martín Canale. Luego, se avanzó en la creación digital 3D basándose en esos diseños, sin perder de vista la estética clásica de Solano López. Aunque se modernizaron para la pantalla, Pol aseguró que "se respetó la esencia del diseño original".
Para facilitar la interacción de los actores con las criaturas, se recurrió a performers vestidos con trajes azul croma que imitaban sus movimientos. Este recurso fue clave para obtener reacciones creíbles, ya que las criaturas no estaban presentes durante el rodaje. El trabajo final se completó en postproducción, mediante técnicas avanzadas de composición visual y modelado digital.
Más de 2000 planos y un sueño hecho realidad
Pol también explicó que su rol consistió en supervisar más de 2000 planos, interactuando con todos los estudios involucrados y trabajando codo a codo con el director Bruno Stagnaro. "Fue una coordinación técnica y artística muy compleja", resumió.
El supervisor contó además que su vínculo con El Eternauta comenzó a los 13 años, cuando su madre le compró la historieta en una librería. Desde entonces, supo que quería dedicarse al cine y soñó con adaptar esa historia. "Muchos de mi generación la leímos porque nuestros padres nos la regalaron. Nos marcó", reflexionó.