En El Manantial, un rincón del Gran San Miguel de Tucumán, un Boeing 737 estacionado en un terreno baldío se transformó en atracción local y fenómeno en redes sociales. Las imágenes del avión, sin alas completas y con el fuselaje oxidado, se difundieron como reguero de pólvora en TikTok, Instagram y X, donde cientos de usuarios se preguntaban si había sido parte de un accidente o si se trataba de una obra artística.

Lo cierto es que el imponente avión fue transportado desde Buenos Aires hasta Tucumán en tres camiones, y ahora descansa detrás de una estación de servicio a la espera de su nueva función.

Un avión con historia turbulenta y futuro de fiesta

La aeronave perteneció a la desaparecida aerolínea Southern Winds y fue utilizada durante años por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Su historia incluye episodios escandalosos, como un vuelo en el que se abrió una puerta en pleno aire y otro en el que se halló droga en una valija con destino a España.

Hoy, lejos de los vuelos y escándalos, el avión está siendo reacondicionado para convertirse en un salón de eventos. Ya comenzaron los trabajos eléctricos y de iluminación, y el objetivo es ofrecer un espacio único para fiestas privadas.

Visitas, selfies y precauciones

Desde que las primeras imágenes se viralizaron, más de 200 personas por día se acercan al predio solo para ver al avión de cerca, tomarse fotos o, en algunos casos, treparse al fuselaje sin permiso. Ante esta situación, los responsables decidieron cercar el lugar para prevenir accidentes, ya que hay partes oxidadas y cables expuestos que representan un riesgo.

Aunque el misterio ya fue resuelto, el Boeing 737 sigue generando asombro entre los tucumanos. Resta ver si este peculiar protagonista pasará definitivamente de los cielos a las pistas de baile.