Demandó a un telo por ruidos molestos y consiguió una indemnización millonaria
Un vecino de La Plata denunció a un hotel alojamiento por ruidos molestos que le ocasionaron daños psicológicos graves.
Jorge Ruiz, un vecino del barrio Mondongo en La Plata, logró una importante victoria legal contra un hotel alojamiento que, durante años, perturbó su vida con ruidos insostenibles. La sentencia, que incluyó una indemnización de alrededor de 24 mil dólares, llegó en 2018 y obligó al hotel a trasladar su lavadero, el principal causante de los molestos sonidos.
Una lucha por la tranquilidad en casa
Ruiz, de 65 años, describió cómo los constantes ruidos provenientes del lavadero del hotel, que estaba ubicado justo al otro lado de la medianera de su casa, lo sometieron a un infierno diario.
"El hotel rodea a nuestros departamentos por un costado y por el otro. La hijita de una vecina más de una vez le dijo a la mamá que estaba segura de que estaban golpeando a una mujer por los gritos que escuchaba", describe Ruiz al empezar a rememorar aquellos días.
"Era invivible, no se podía vivir con ese ruido sonando absolutamente todo el día y toda la noche", comentó Ruiz, al recordar aquellos días difíciles. A esto se sumaban los sonidos provenientes de las habitaciones del hotel y los restos de objetos que terminaban en su patio, como sábanas y hasta preservativos.
"Mi patio estaba siempre lleno de lo que se volaba o tiraban. Imaginate desde fundas de almohada que se desprendían de la soga hasta preservativos", explicó.
El juicio, que se extendió durante dos años, fue intenso y desafiante, ya que Ruiz tuvo que probar los daños físicos y psicológicos que sufrió durante esos años."No dormir te vuelve loco. No poder descansar en tu casa te vuelve loco", afirmó.
"Era difícil probar el daño psicológico y físico que sufría el denunciante ante la Justicia. Con la pericia de un ingeniero que trabajó con un decibelímetro se pudo probar la intensidad de los ruidos en el lavadero y eso fue una prueba contundente", explica Ezequiel Grasso, que fue el abogado defensor de Ruiz
Finalmente, Ruiz logró recuperar la paz en su hogar tras la reubicación del lavadero y la reducción de la actividad en la habitación contigua a su vivienda. "Ahora puedo vivir tranquilo, es una tranquilidad enorme", expresó con alivio.