IMÁGENES IMPACTANTES del fondo del mar: científicos argentinos descubrieron nuevas especies
Una expedición científica argentina transmite en vivo desde 3900 metros de profundidad. "Vemos cosas increíbles: animales que nunca se habían registrado en esta zona, paisajes submarinos que parecen de otro planeta".
Un equipo internacional de científicos realiza una campaña oceanográfica sin precedentes para estudiar el cañón submarino Mar del Plata, ubicado en el talud continental argentino frente a las costas bonaerenses. El objetivo principal es evaluar la biodiversidad, detectar especies aún desconocidas y analizar el impacto de la actividad humana en ecosistemas de hasta 3.900 metros de profundidad.
La expedición se desarrolla a bordo del buque científico Falkor (too), del Schmidt Ocean Institute, y cuenta con la participación de más de 30 especialistas de distintas instituciones, entre ellas el CONICET, el Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR), el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) y el Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia".
Tecnología de punta y descubrimientos impactantes
Una de las herramientas clave para esta campaña es el ROV SuBastian, un vehículo submarino no tripulado que transmite imágenes en tiempo real y permite recolectar muestras sin alterar el entorno.
Gracias a esta tecnología, se logró registrar especies hasta ahora desconocidas y observar comportamientos únicos de fauna abisal, como un pulpo de cristal, además de generar modelos 3D de organismos marinos.
"Esta expedición representa un salto científico y tecnológico en el estudio de los fondos oceánicos profundos. Es un privilegio para nuestro equipo ser parte de esta colaboración internacional", destacó el Dr. Martín Brogger, investigador del Conicet en IBIOMAR y miembro del grupo GEMPA.
Contaminación, ADN ambiental y educación
Además de estudiar hábitats vulnerables y la biodiversidad bentónica, el equipo analiza la presencia de microplásticos y residuos humanos, así como el carbono azul y el ADN ambiental, para medir con mayor precisión los impactos del cambio climático y las actividades humanas en el océano.
La misión también busca fomentar la divulgación científica. Se realizan transmisiones en vivo desde el buque y actividades educativas para escuelas, museos y universidades de todo el país, acercando el conocimiento marino a la comunidad.