Apartaron al juez del caso Sarlo y vuelven a reconocer a su exmarido como heredero legal
La Cámara Civil desplazó al juez Carlos Goggi por prejuzgar y ordenó reincorporar a Alberto Sato, primer marido de Beatriz Sarlo, como heredero. Además, convocaron al Gobierno porteño ante la posible falta de herederos directos.
La causa por la sucesión de la escritora Beatriz Sarlo dio un giro judicial inesperado: la Cámara Civil apartó al juez Carlos Goggi, quien llevaba adelante el expediente, y decidió que Alberto Sato, su primer marido, sea nuevamente reconocido como potencial heredero, pese a que la pareja estaba separada de hecho al momento del fallecimiento.
Los camaristas sostuvieron que el juez Goggi incurrió en un "prejuzgamiento" al excluir a Sato sin haber agotado el análisis del caso. Por este motivo, además de reincorporar al exesposo como parte interesada en la sucesión, solicitaron la intervención del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en caso de que no se presenten herederos directos.
El encargado del edificio y el supuesto testamento manuscrito
El expediente sumó otro capítulo cuando Melanio Alberto Meza López, encargado del edificio donde vivía Sarlo, se presentó con dos cartas manuscritas supuestamente firmadas por la ensayista antes de su muerte. En una de ellas, fechada el 9 de junio de 2024, Sarlo le dejaba a su cargo a su gata, Niní. En otra, fechada el 2 de agosto, se lee:
"Quedás a cargo de mi departamento después de mi muerte".
Ambas cartas están firmadas y fechadas, lo que las convierte -según el perito calígrafo Pablo Pisano- en testamentos hológrafos, una modalidad válida por ley aunque sencilla, sin intervención notarial.
¿Dejar "a cargo" es lo mismo que heredar?
La Justicia deberá determinar si esas expresiones son suficientes para considerar que Meza es heredero del inmueble, y si las firmas son auténticas. Por ahora, se analiza la caligrafía y se intenta acceder a documentos originales de Sarlo para compararlos.
Por su parte, Sato, con quien Sarlo seguía casada legalmente, vuelve a estar en carrera como legítimo heredero. La decisión de la Cámara reactiva una causa sensible que promete nuevos capítulos.