Amenaza mafiosa en plena misa: entregan una bala a un sacerdote
El padre Maurizio Patriciello, referente en la lucha contra el crimen organizado en Caivano, recibió un proyectil durante una misa. El gobierno italiano repudió el hecho y reforzó su seguridad.
El crimen organizado volvió a enviar un mensaje intimidante en uno de los escenarios más simbólicos: una iglesia. El domingo pasado, durante una misa en la parroquia San Pablo Apóstol de Caivano, Nápoles, el sacerdote Maurizio Patriciello recibió una bala calibre 9x21 envuelta en un pañuelo mientras ofrecía la comunión. El responsable fue un hombre mayor, conocido en el ambiente delictivo local, que se acercó al altar con el proyectil en mano.
Patriciello, quien denunció reiteradamente la presencia mafiosa en la región, quedó atónito. La escena fue presenciada por la periodista antimafia Marilena Natale, quien luego entregó la bala a las autoridades. "Vi al suegro del jefe Ciccarelli agitado, con anteojos oscuros. Al ver la reacción del sacerdote, le pedí que me diera el paquete. Descubrí la bala y pedí que lo detuvieran", relató Natale al diario La Repubblica.
El sospechoso identificado tras entregar el paquete.
La amenaza no fue un hecho aislado. La noche anterior, Patriciello había advertido sobre disparos cercanos a la parroquia. A través de sus redes sociales, denunció la persistencia de actividades criminales en la zona, aunque también destacó los avances en la lucha contra la mafia. "El comercio de droga ha disminuido visiblemente. Muchos jefes están en prisión. Pero los delincuentes intentan llenar los vacíos que dejaron los arrestados", escribió en Facebook.
Horas antes del ataque, el sacerdote dirigió un mensaje directo a los jóvenes del barrio, apelando a la esperanza: "Chicos, en nombre de Dios, ¡deténganse! Ese camino termina en la cárcel o en el cementerio".
Caivano es una de las zonas más golpeadas por la criminalidad en el sur de Italia. En 2023, el municipio fue noticia tras un caso de violación grupal a dos menores de 13 años, lo que llevó al gobierno de Giorgia Meloni a impulsar el llamado ‘Decreto Caivano', un paquete de medidas para combatir el delito juvenil.
Tras conocerse el ataque a Patriciello, la primera ministra Meloni condenó el hecho en sus redes sociales. "Un gesto vil y criminal, cometido en el lugar y momento más sagrado. El Estado está con ustedes y nunca daremos un paso atrás", aseguró.
El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, se comunicó telefónicamente con el sacerdote y confirmó que se incrementarán las medidas de seguridad. Por su parte, el Prefecto de Nápoles, Michele di Bari, afirmó que se reforzará la protección no solo del padre Patriciello, sino también de la iglesia y otros sitios simbólicos de la zona.