Susana Giménez volvió a generar titulares con una serie de declaraciones que dejaron a todos con la boca abierta. La diva, que se encontraba en el aeropuerto de Ezeiza rumbo a Estambul, fue abordada por la prensa y, sin filtro, reflotó su histórico enfrentamiento con Graciela Alfano.

Me hicieron un trabajo de muerte y pagaron cinco mil dólares, lanzó sin titubeos, mientras relataba cómo se enteró de la supuesta brujería. Según contó, fueron unos chicos en el local de su histórico peluquero Miguel Romano quienes se lo advirtieron.

No hablo por hablar, dijo firme cuando un periodista le pidió precisión sobre lo que estaba contando. Y remarcó: Jamás inventaría algo así.

El origen del nuevo cruce: el famoso tapado

Todo empezó hace unos días, cuando Alfano aseguró que el icónico tapado de piel usado por María Julia Alsogaray en la tapa de revista Noticias en los años 90 era de ella, y no de Susana. Esa declaración reavivó un viejo fuego.

Al aire en LAM, la conductora respondió con dureza: Mentirosa patológica, loca de mierd... Luego desmintió otros dichos de la actriz, como una supuesta llamada pidiéndole disculpas o un episodio en un restaurante de Miami donde, según Alfano, Susana la habría hecho echar.

No es mi estilo meterme con nadie ni ser mala. ¿Por qué haría algo así? Esa noche teníamos una mesa reservada por el cumpleaños de Federico Hoffman, el productor de Marley, aclaró.

Cansada del escándalo, pero sin filtro

La tensión entre ambas viene de larga data, y Susana no esquivó el tema: "Ya me cansé de esta mina. Me hizo tantas cosas. Inclusive, brujerías. Inmundicias, como las que hace siempre".

Furiosa, recordó situaciones del pasado y criticó que Alfano siga hablando de ella para obtener prensa. "Se cuelga de nosotros. Me cansó. Perdóname, cerró, visiblemente molesta".