La traición de Parolin a Francisco que definió el cónclave y abrió el camino a León XIV
Fuentes vaticanas revelaron cómo un pacto secreto, el enojo del papa emérito y la caída de los favoritos permitieron la elección de Robert Prevost como León XIV.
Mientras el humo blanco salía de la Capilla Sixtina, detrás de la solemnidad del ritual se tejía una historia de tensiones, traiciones y pactos secretos. La elección del nuevo papa, León XIV, no fue solo un giro inesperado, sino también la consumación de un legado: el del papa Francisco.
"Este fue el cónclave que Francisco hubiera soñado", reveló a TN una alta fuente vaticana. "Y Robert Prevost es el papa que él hubiera querido", aseguró.
Hasta el último momento, los favoritos eran otros: el italiano Pietro Parolin, el filipino Luis Antonio Tagle y el romano Matteo Zuppi. Prevost, entonces prefecto del Dicasterio para los Obispos, apenas figuraba entre los mencionados. Sin embargo, las tensiones internas y los deseos no dichos de Bergoglio inclinaron la balanza.
Parolin, de favorito a traidor: el pacto que lo dejó fuera
Pietro Parolin, exsecretario de Estado, llegó al cónclave como el gran favorito con más de 40 votos. Pero en las conversaciones privadas se mostraba reacio. Según fuentes cercanas, no quería ser papa.
El miércoles previo a la votación, Parolin se reunió con Tagle, quien contaba con un respaldo similar. Ambos sabían que no alcanzarían los 89 votos necesarios y acordaron buscar una "diagonal", una figura de consenso fuera del trío inicial. Esa figura fue Robert Prevost.
El jueves por la mañana, el presidente del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, lanzó una frase que confirmó el pacto: "Auguro que hoy va a haber papa". La elección estaba sellada.
Una pista clave fue difundida por la periodista Virginia Priano: "Piensen en un cardenal con P". De los tres posibles -Parolin, Pizzaballa y Prevost-, el primero caía por su reticencia y el segundo, por su vínculo con el conflicto en Medio Oriente. Solo quedaba Prevost.
Francisco murió distanciado de Parolin
La elección de Prevost también estuvo marcada por la ruptura entre Francisco y Parolin. El papa emérito murió "enojado con Parolin", según una fuente. Lo consideraba "un traidor".
La relación, que en un momento fue cercana -Francisco incluso lo ayudó con un tratamiento oncológico en Suiza-, se quebró por desacuerdos profundos. Entre ellos, el polémico acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos, negociado por Parolin, y su exclusión de misiones diplomáticas clave como la que encabezó Zuppi en Ucrania.
Todo esto debilitó al cardenal italiano, que pese a ser favorito terminó sin chances reales. Así se cumplió otra máxima vaticana: "El que entra como papa, sale como cardenal".