Vuelve el público visitante a la Liga Profesional
Tras 12 años de tribunas vacías para los visitantes, el fútbol argentino da un paso clave.
El 10 de junio de 2013, el fútbol argentino sufrió un golpe durísimo. Durante la previa del partido entre Estudiantes y Lanús, en el Estadio Único de La Plata, un enfrentamiento entre la policía bonaerense y la hinchada visitante terminó con la vida de Javier Gerez, integrante de la Subcomisión del Hincha de Lanús. Un disparo con balas de goma a corta distancia acabó con su vida en el acto.
Ese hecho marcó el fin del público visitante en las canchas de todo el país. Primero fue una medida de la Provincia de Buenos Aires, y luego la AFA la extendió a nivel nacional. Desde entonces, la imagen de dos hinchadas en un mismo estadio se convirtió en una rareza reservada únicamente para la Copa Argentina, y con muchísimas restricciones.
El regreso más esperado: Di María, el catalizador
Doce años después, todo podría empezar a cambiar. Este jueves se oficializará una decisión que marca un hito: Lanús recibirá público visitante este sábado, cuando se enfrente a Rosario Central por la Liga Profesional. La vuelta de Ángel Di María al fútbol argentino se convirtió en el argumento perfecto para abrir una puerta largamente cerrada.
El partido se jugará a las 16.30 y será el primero en más de una década en territorio bonaerense con ambas parcialidades presentes. La medida fue consensuada entre la AFA, el Ministerio de Seguridad provincial y los clubes involucrados. Aunque será una prueba piloto, el simbolismo es enorme.
Condiciones estrictas y sin margen para el error
La presencia de hinchas visitantes no será libre ni masiva. Rosario Central recibirá 7000 entradas, mucho menos que las 12.000 que pretendía. Además, los traslados deberán hacerse en micros de larga distancia, sin paradas intermedias, para evitar incidentes o robos. Tampoco estarán permitidas las banderas, un punto que las autoridades consideran clave para prevenir robos y emboscadas.
En el centro de monitoreo de Puente 12 se definieron todos los detalles del operativo, que requerirá un 20 por ciento más de efectivos que un partido habitual. Participaron del encuentro el ministro Javier Alonso, el titular de la AFA Claudio Tapia, los presidentes de Lanús y Rosario Central, y representantes del Aprevide.
¿Un nuevo comienzo o un caso aislado?
Pese a la expectativa, las autoridades advierten que este no será un cambio generalizado. La idea es habilitar un partido por fecha con visitantes, o incluso uno por día, si no se registran incidentes. En el Ascenso, por ahora, no hay planes de modificar nada.
Tampoco hay consenso entre los clubes más grandes. Muchos, como River y Boca, se oponen a ceder lugares de socios para alojar a hinchas rivales. "Dar 3000 entradas significa perder casi 6000 lugares, si se cuentan los pulmones de seguridad. No está en nuestros planes", confió un dirigente.
La falta de reciprocidad también genera dudas. Lanús venderá populares a 23.000 pesos, pero no hay garantía de que Central devuelva el gesto cuando juegue de local.
Un paso adelante que todos miran de cerca
La reapertura de las tribunas a los visitantes se da en un contexto muy controlado. Y con un mensaje claro: cualquier incidente, por mínimo que sea, puede hacer retroceder todo. Por eso, las autoridades advierten: "Si pasa algo, no vuelven más".
Este partido en la Fortaleza será un test para todo el fútbol argentino. Si funciona, puede marcar el inicio de una lenta pero necesaria reconstrucción del folclore de las dos hinchadas. Y si ese proceso se pone en marcha, habrá que agradecerle también a Di María, que volvió para jugar y, sin querer, empujar uno de los regresos más esperados del fútbol nacional.