Pasaron tres años desde aquel 18 de diciembre en Lusail, pero la herida en Francia sigue abierta y parece que no cicatriza. Mientras en Argentina todavía se brinda por la tercera estrella, del otro lado del Atlántico el resentimiento sigue a flor de piel. El encargado de ponerle voz a este malestar fue Djibril Cissé, exfigura de Les Bleus, quien en las últimas horas lanzó declaraciones incendiarias que recalentaron una rivalidad que ya es un clásico moderno.

Durante una transmisión especial del diario L'Equipe por el aniversario de la final, el exdelantero del Liverpool y Marsella no anduvo con vueltas al ver las imágenes de los festejos argentinos: "Solo siento odio hacia ellos", disparó sin filtro.

"Son nuestros mayores enemigos"

Cissé, que jugó los Mundiales de 2002 y 2010, dejó en claro que la derrota por penales no fue solo un traspié deportivo, sino un golpe al orgullo nacional francés. "Después de ver estas imágenes, quedé enojado", confesó el ahora DJ y panelista.

Lejos de bajar los decibeles, subió la apuesta y definió el nuevo estatus de la Albiceleste en el mapa futbolístico de Francia: "Claramente, hoy son nuestro principal enemigo". La declaración confirma que, para los galos, Argentina ha desplazado a rivales históricos europeos para convertirse en la obsesión número uno.

El dardo a Enzo Fernández y al Chelsea

La charla también tuvo un momento para recordar la polémica post Copa América y los cánticos en el micro de la Selección. Cissé apuntó directamente contra la situación de Enzo Fernández en Inglaterra.

Con una postura crítica, el francés cuestionó la convivencia en el vestuario del Chelsea tras el incidente viral: "No entiendo cómo sus compañeros lo perdonaron", sentenció, dejando ver que la indignación por el folklore argentino sigue latente en ciertos sectores del fútbol europeo.

El sueño de la revancha en 2026

Más allá de la bronca acumulada, en Francia ya miran al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá con sed de venganza. En el debate se planteó un escenario casi cinematográfico: ganarle la final a Argentina en Nueva York, el 19 de julio de 2026.

La fantasía francesa incluye un condimento extra: "conseguir la tercera estrella en el último partido de Messi en un Mundial". Para Cissé y gran parte de la prensa gala, hay "dos o tres cuentas pendientes" que saldar con el equipo de Scaloni. Lo que está claro es que, si se vuelven a cruzar, el partido se jugará con el cuchillo entre los dientes.