En medio del dolor mundial por la muerte del Papa Francisco, ocurrida este lunes en Roma, emergen recuerdos y anécdotas que pintan de cuerpo entero la cercanía que Jorge Bergoglio siempre tuvo con los argentinos. Una de ellas involucra al periodista tucumano Marco Lamoglia y a su gran amor futbolero: Atlético Tucumán.

Octubre de 2015: un Decano en el Vaticano

Corría octubre de 2015. Atlético peleaba palmo a palmo por volver a Primera División, y Marco, periodista y fanático del Decano, tuvo la oportunidad de estar frente al mismísimo Papa. ¿Qué hizo? Lo que cualquier hincha haría: sacó la camiseta y pidió una bendición.

"Le conté que un chico le había regalado una camiseta en Nueva York y él se acordó. Le dije que estábamos a cinco partidos del ascenso y le pedí que nos bendiga. Me respondió: ‘Seguro que van a ascender'", recordó Lamoglia por aquellos días.

Una profecía cumplida: el regreso a Primera

Dos meses después, en diciembre de ese mismo año, el equipo dirigido por el Vasco Azconzábal no solo logró el objetivo, sino que lo hizo con un 5-0 contundente ante Los Andes, consagrándose campeón y asegurando su vuelta a la máxima categoría del fútbol argentino, donde aún se mantiene.

Para muchos hinchas, ese mensaje papal fue algo más que un deseo. Fue una señal de fe y esperanza, que el pueblo Decano abrazó con ilusión.

Un recuerdo que quedará en la historia

En tiempos donde el fútbol se entrelaza con las emociones más profundas, esta historia entre Francisco y Atlético Tucumán suma una página más al libro de los milagros futboleros. Porque para los tucumanos, esa bendición no fue solo simbólica: fue un guiño divino.