Como Russo: inculcar el "deporte social" con el ejemplo
El futbol argentino llora a Miguel Ángel Russo, un fallecimiento que nos demostró la importancia del respeto y de crear vínculos en el deporte. "Miguelo" predicaba con el ejemplo y marcó a muchos deportistas a los que le tocó dirigir. El legado continua y, en noviembre, Tucumán tendrá una oportunidad única de poder sembrar la semilla del tenis en nuestra provincia.
Esta no es una columna sobre la vida de Miguel Ángel Russo y sobre la repercusión de su fallecimiento, pero indudablemente debe comenzar por ese lado. Si vamos a hablar sobre la importancia del deporte en nuestras vidas, no podemos no hablar de una persona que dejó tantas enseñanzas en el camino y que se ganó un respeto generalizado entre los argentinos. En el mundo del fútbol muy pocos logran calar tanto.
"Miguelo" predicaba con el ejemplo, era un hombre que estaba en cada detalle y que entendía que no trataba con jugadores, sino con personas, y que detrás de ellas había una familia. Un técnico que creaba y fortalecía vínculos, que inculcaba el deporte social aún dirigiendo a jugadores profesionales que eran considerados por otros entrenadores como meras piezas de ajedrez. Por todo eso se entiende los posteos lacrimógenos que vimos en las cuentas de muchos de sus ex dirigidos, por eso también muchos le llamaban "papá" y por eso su fallecimiento decantó en una solemne unidad.
La figura paternalista del entrenador
Al igual que en la vida misma, los jóvenes generan vínculos con el deporte. Por naturaleza, todo deportista se víncula a un mentor que le enseñará la disciplina y le marcará pasos a seguir y un entrenamiento para perfeccionar la práctica. Según la actividad que elija, el deportista puede o no verse inmerso en un grupo y, por lo tanto, tener compañeros; pero en toda actividad tendrá un entrenador. Una figura indispensable.
"A la hora de nacer y aprender a vivir tenemos a nuestros padres, que son nuestros referentes. Son las figuras que nos han ido enseñando cómo mirar la vida ya sea estando de acuerdo o en desacuerdo con esa figura. Creo que además al deportista le pasa siempre algo parecido: siempre un formador o un entrenador tiende a ocupar un rol así y de ahí ya queda en el jugador si toma o deja lo que esa persona le transmite", explica el psicólogo deportivo Francisco Japaze en entrevista con Enterate Ahora.
El profesional de nuestra provincia viene de trabajar con las divisiones formativas de uno de los clubes más grandes de la Argentina: River Plate. No estamos hablando de un club de fútbol, sino de una verdadera meca deportiva en la que se realizan más de 70 actividades sociales y, 27 de ellas, deportivas.
Hay algo de paternalismo en la mentoría que nos brindan nuestros formadores: profesores, entrenadores, mentores. Esa afirmación surge cómo pregunta, pero Japaze la confirma: "sin dudas que hay una cuestión paternalista en los entrenadores y eso marca la responsabilidad que tienen estas figuras. No solo están para enseñar la técnica o plantear una estrategia de juego, sino también para enseñarle a los jóvenes a víncularse con el deporte. Ese efecto se ve mucho más en las formativas, pero también pasa en los planteles de primera división".
La escucha y el autodiálogo son clave
Hoy el profesional afronta un nuevo desafío, el de volcar su experiencia en nuestra provincia, en los clubes sociales. Explica que desde abril comenzó a trabajar con los planteles de hockey de Tucumán Rugby, donde, desde cero, comenzaron a armar un área de Psicología para las aproximadamente 950 jugadoras del "Verdinegro".
Además de proponer una oficina que sirva como espacio de escucha y de reflexión, el psicólogo deportivo hace hincapié en que las jugadores -y los jóvenes en general- practiquen el autodiálogo. "Muchas veces no vemos un monton de cosas en las que somos buenos, o que las hacemos bien, y es clave tenerlas presentes y recordárnoslas para darnos confianza que nos permite desplegar nuestro potencial", explica.
"El autodiálogo es escencial para configurar la forma en la que nos miramos y en la que rendimos", sostiene. Por eso detalla que los estudios demuestran que, cuando uno piensa, se activan las áreas del cerebro vinculadas al habla y a la escucha, pero principalmente esta última: literalmente el cerebro se escucha a sí mismo. Todo eso implica que tener un buen feedback con uno mismo mejora nuestro rendimiento siempre que sostengamos ese diálogo interno de forma realista: "una cosa es el amor propio -aclara el profesional- y otro el optimismo sin fundamento".
Una oportunidad para los tucumanos
En este espacio le damos lugar a los deportisats que reclaman oportunidades y mejores espacios para la práctica de sus disciplinas, pero también aquí le damos difusión a los eventos y oportunidades deportivas que vayan surgiendo. En este caso será el turno del tenis, que desde el 3 al 9 de noviembre vibrará al ritmo del WTA 125.
Es una oportunidad única que llega de la mano de la gestión de la ex tenista Mercedes Paz, pero también por el esfuerzo de la Provincia que asumió la responsabilidad de albergar este certamen de élite y de destinar fondos a su realización. La competencia fue presentada esta semana en Tucumán Lawn Tennis, donde se desarrollará el torneo. El vicegobernador Miguel Acevedo adelantó que la idea es que la competencia se quede por muchos años en "La Cuna de la Independencia".
Solana Sierra, Lourdes Carles, Julia Riera y Luisina Giovannini son las principales candidatas a llevarse el título, pero también las más indicadas para inspirar a las próximas generaciones. Será una cita imperdible para cualquier joven que se inicia en el tenis, pero también una gran oportunidad para llevar por primera vez a los chicos que no conocen este deporte y enseñarles un juego nuevo.
El ex top ten, Martín Jaite, es otro de los embajadores de este torneo y también habla de abrirles las puertas del deporte a los chicos. "Soy un representante del tenis, pero a mí me gusta el deporte en general. Sabemos que el deporte es salud y que saca a muchos chicos de la calle y estos torneos ayudan a que los chicos se puedan entusiasmar con el juego", explica.
Al ver el juego, hay un efecto contagio, una invitación a jugar también. "Cuando los chicos vienen a ver estos torneos y ven como los tenistas le pegan a la pelota se entusiasman. Lo mismo pasa con el hockey, con el rugby, el voley, el básquet y demás; es la manera de que los chicos le encuentren el gusto al juego y quieran empezar a hacer deporte. Sobre todo deporte social, que es el primer paso para sacar a los chicos de la calle", concluye.