Atlético Tucumán se despidió del torneo con una sonrisa tras vencer a Lanús, y Nicolás Laméndola fue uno de los protagonistas destacados. Al finalizar el encuentro, el mediocampista expresó su alegría por el resultado y destacó el esfuerzo colectivo del equipo: "Muy contento, fue un trabajo enorme de los chicos. Cerramos de diez".

En un partido en el que se lo vio incisivo y movedizo por las bandas, Laméndola también mostró compromiso en cada pelota, sumando actitud en momentos donde el equipo más lo necesitaba. 

Esta es mi casa. Siempre lo dije. Me formó, me vio crecer y hoy me da trabajo. No me va a alcanzar la vida para agradecerle a Atlético, sostuvo con emoción.

Balance del semestre: entre gratitud y autocrítica

Si bien la clasificación no se logró, Laméndola evitó lamentarse por lo que no fue y prefirió enfocarse en lo que viene: "Ya está. Lo hecho, hecho está. Hay que pensar en el futuro y trabajar para mejorar".

El volante asumió con madurez la realidad del equipo y destacó el rol del técnico Lucas Pusineri, especialmente en lo anímico.

Es un entrenador que siempre va para adelante, te enseña y corrige. Tiene su forma y hay que respetarla, dijo.

Mirada puesta en lo que viene

Sobre su salida durante el partido, el jugador fue claro: "Fue decisión del técnico, y está perfecto. Él lo ve desde afuera y hay que aceptar lo que el equipo necesita".

Con esa misma mentalidad de equipo por delante del individual, Laméndola cerró su participación reafirmando su compromiso con el club que considera su hogar. El Decano, aunque no logró clasificar, se va con la frente en alto y la promesa de seguir construyendo desde la identidad.