Miguel Ángel Russo todavía no firmó su desvinculación con San Lorenzo y se dilata su regreso al club, se trata de una situación en la que confían resolver a primeras horas del viernes para darle fin a una de las novelas que se le generó a Boca en los últimos días.

Mientras el plantel aguarda por el elegido de Juan Román Riquelme, en Boedo dejaron más que claro que la situación no da para dejar pasar por alto las cosas, más con el conflicto actual en la presidencia del Ciclón.

El entrenador presentó su renuncia en la comitiva azulgrana, pero la dirigencia se puso firme y no aceptó liberarlo con facilidad de su contrato debido a la forma en la que trascendió su salida para volver a Boca, fue antes de la semifinal del Torneo Apertura entre San Lorenzo - Platense.

"Estamos en una posición dura y habrá que negociar. Alguien tiene que pagar este daño y de otra manera no podemos hacerlo", explicó Julio Lopardo, vicepresidente primero y presidente en ejercicio de San Lorenzo ante la licencia de Marcelo Moretti.

Russo aceptó hacerse cargo de un resarcimiento para San Lorenzo por los seis meses de contrato que tenía pendientes y documentó la deuda que el Ciclón tenía con él. Todo marchaba sobre rieles y se esperaba que esté la firma para el jueves por la noche.

En San Lorenzo solamente piensan aceptar firmar la rescisión de Russo si aparece la totalidad del dinero, lo cual todavía no sucedió y es la principal traba que separa al DT de 69 años del Xeneize.

Entre Boca y el Russo informan que el tiempo que le restaba en el cargo menos la deuda salarial que tenía el club, en principio redondea un número que supera los 300.000 dólares. Sin embargo, en Boedo indican que el DT resignó cobrar ese dinero que le debían y además pondrá sobre la mesa cerca de 900.000 dólares.