La FIFA investiga la llegada de Ancelotti a Brasil por irregularidades
Peligra la continuidad del director técnico con anterior paso por el Real Madrid.
La Confederación Brasileña de Fútbol atraviesa otro escándalo porque la FIFA investiga la contratación del técnico italiano Carlo Ancelotti por parte de Brasil debido al pago de una comisión de 1.2 millones de euros a un intermediario no registrado como agente autorizado.
Si bien el exentrenador de Real Madrid fue anunciado el 12 de mayo pasado, lo cierto es que las conversaciones ya venían desde hacía un tiempo y el presidente de la CBF en ese entonces eligió al empresario brasileño que está radicado en la capital española Diego Fernandes para llevar adelante las negociaciones.
El nombre del empresario figura en el contrato firmado entre la CBF y Ancelotti, a pesar de no contar con licencia oficial de agente emitida por la FIFA, lo que motivó la investigación para determinar si el proceso cumplió con el Reglamento de Agentes, específicamente el Artículo 11.
La norma establece que solamente los agentes registrados pueden participar en transferencias o contrataciones. En el reglamento se indica: "Cualquier empleado o contratado por la agencia que no sea agente de fútbol no puede prestar servicios de agente de fútbol ni hacer ningún acercamiento a un cliente potencial para firmar un contrato de representación".
Según el medio UOL, que tuvo acceso a fuentes cercanas a la investigación, la FIFA exigió a la CBF que entregue antes del 4 de junio -un día antes del debut oficial de Ancelotti frente a Ecuador en Guayaquil- una copia del contrato entre Diego Fernandes y la federación, así como cualquier documentación o mensajes vinculados a la transacción.
Cabe remarcar que Fernandes ha tenido un rol preponderante en la negociación y acompañó a Ancelotti en su vuelo desde Madrid a Río de Janeiro, donde lució una camiseta retro de la selección brasileña y actuó como representante oficial de la CBF. Ese protagonismo provocó tensiones dentro de la nueva dirigencia de la federación, ahora presidida por Samir Xaud tras unas elecciones disputadas.
El arribo del italiano de 65 años no solo representó un golpe de efecto de Brasil, sino que es una apuesta de cara al Mundial 2026 (hasta ese período es su contrato) y una inversión grande ya que percibe un salario que ronda los 10 millones de euros anuales.
La FIFA, que ya intervino en procesos similares en federaciones de África y Asia por el uso indebido de intermediarios, busca sentar precedentes claros. El caso Fernandes podría ser el primero en América del Sur desde la entrada en vigor del nuevo reglamento en 2023. Además, las explicaciones que presente la entidad no solo serán fundamentales para validar el vínculo de Ancelotti, sino también para evitar sanciones administrativas o financieras.