Después de nueve intentos fallidos, Jordania finalmente logró lo que parecía inalcanzable: jugar un Mundial. El equipo asiático selló su pasaje para 2026 tras una campaña que fue de menor a mayor y terminó con una celebración histórica en todo el país.

Los jordanos comenzaron con tropiezos, pero se recuperaron con autoridad. La goleada 7-0 frente a Pakistán fue el punto de quiebre que impulsó al equipo hacia la cima del grupo, apoyado en una diferencia de gol determinante para sostener su clasificación.

El triunfo que selló el sueño mundialista

La victoria 3-0 ante Omán como visitante marcó un antes y un después. Con solidez y una actuación convincente, Jordania aseguró su primera clasificación en la historia a una Copa del Mundo, dejando atrás décadas de ilusión y frustración.

El logro coloca al país en una nueva dimensión futbolística y abre la puerta a competir con las potencias del planeta en el torneo más prestigioso del deporte.

Qué significa este logro para el país

Con poco más de 11 millones de habitantes, Jordania celebra un objetivo que trasciende lo deportivo. La clasificación al Mundial se convirtió en un símbolo de orgullo nacional y en una oportunidad para proyectar al país a nivel internacional.

Para una nueva generación de jóvenes futbolistas, este hito actúa como inspiración y como prueba de que los desafíos que antes parecían imposibles hoy son parte de la realidad del seleccionado.

Un debut que abre un nuevo capítulo

En 2026, la Selección jordana se medirá por primera vez con el mundo y tendrá la oportunidad de demostrar que su presencia no es un golpe de suerte sino el resultado de un proceso claro, trabajo sostenido y convicción colectiva.