En conferencia de prensa, el presidente de Independiente, Néstor Grindetti, leyó un comunicado en el que detalló la presentación realizada ante Conmebol. El Rojo busca evitar una sanción deportiva y económica tras los disturbios en el partido de Copa Sudamericana frente a Universidad de Chile.

"Independiente no fue responsable de los incidentes, fue víctima", aseguró Grindetti, quien remarcó que la violencia comenzó antes del inicio del encuentro. Según el club, el árbitro y los fiscales de Conmebol informaron que la suspensión fue consecuencia directa de la conducta del público visitante.

La versión del club y las pruebas presentadas

La dirigencia apuntó a los hinchas chilenos como iniciadores de los disturbios, acusándolos de arrojar proyectiles y utilizar pirotecnia. Como respaldo, Independiente difundió un video institucional en el que responsabiliza a la parcialidad visitante de haber destruido cámaras de seguridad y de generar los focos de violencia.

Al mismo tiempo, el club condenó la reacción de los hinchas locales que invadieron el sector visitante, a quienes definió como "delincuentes". Grindetti reafirmó que serán expulsados como socios y que se colaborará con la Justicia para que no vuelvan a ingresar a un estadio.

Lo que viene para el Rojo

Hoy vence el plazo para la presentación de los alegatos de todas las partes, tras lo cual Conmebol deberá definir la sanción en los próximos días. Mientras tanto, Independiente remarcó que cumplió con todas las normas de seguridad, con 650 oficiales, 150 agentes privados y 14 miembros de Aprevide en el operativo.

En la Copa Sudamericana, Alianza Lima ya espera en cuartos de final por el ganador del cruce. La definición del caso será clave para determinar si el Rojo continúa en competencia o recibe una sanción ejemplificadora.