Franco Colapinto afronta un fin de semana especial en Monza. No solo se trata del circuito donde debutó en la Fórmula 1, sino también de una pista que conoce al detalle. "Es un placer volver, me encanta correr acá y el clima con los Tifosi es increíble", contó el piloto argentino en la previa.

El representante de Alpine remarcó que se siente más cómodo con el auto que en sus primeras presentaciones: "Gané confianza, ahora lo tengo más bajo control".

Trabajo en equipo y el objetivo de los primeros puntos

Colapinto reconoció que el desafío en Monza será importante por las largas rectas, pero confía en el trabajo del equipo: "Los ingenieros me ayudan mucho, aunque todavía queda por mejorar. Queremos sumar nuestros primeros puntos y vamos en esa dirección".

El fin de semana pasado en Zandvoort estuvo muy cerca de lograrlo. "Fue una pena no puntuar, pero estoy seguro de que pronto llegará", señaló.

Experiencia acumulada y aprendizaje continuo

A un año de su estreno en la máxima categoría, Colapinto asegura que la experiencia comienza a notarse. "El año pasado todo era nuevo. Hoy ya sé cómo trabajar con los ingenieros y entender lo que necesita el auto. Es un aprendizaje enorme", destacó.

El circuito de Monza, historia pura del automovilismo

El Gran Premio de Italia se disputa en el histórico Autódromo Nacional de Monza, inaugurado en 1922 en un tiempo récord de 110 días. Fue el tercer trazado del mundo construido específicamente para carreras, luego de Brooklands (Reino Unido) e Indianápolis (Estados Unidos).

Su diseño original incluía espectaculares curvas peraltadas, parte de las cuales aún se mantienen en la sección de "campo abierto" del circuito.