La segunda fecha de la temporada 2025 de la Fórmula 1 tuvo un claro protagonista: McLaren. En el Gran Premio de China, disputado en el circuito de Shanghái, Oscar Piastri se llevó la victoria tras partir de la pole position y marcar un ritmo dominante. Su compañero de equipo, Lando Norris, cruzó la meta en la segunda posición, consolidando el dominio absoluto de la escudería británica. El podio lo recolectó George Russell, quien logró rescatar un valioso tercer puesto para Mercedes.

McLaren, el equipo a la victoria

Después del triunfo de Norris en Australia, el rendimiento de McLaren volvió a ser superior en China, confirmando que los monoplazas naranjas son los más competitivos en este inicio de temporada. Sin embargo, la carrera sprint había dejado algunas dudas, ya que Lewis Hamilton, al mando de su Ferrari, logró la victoria y se perfilaba como un fuerte candidato para la prueba principal.

Pero cuando llegó el momento de la carrera, Piastri y Norris impusieron el ritmo desde el inicio, dejando sin opciones a sus rivales. La estrategia de neumáticos también fue clave: con la experiencia de la sprint, los equipos ajustaron sus autos para maximizar la durabilidad de los compuestos, lo que llevó a un GP donde la gestión fue crucial.

A pesar de la victoria en el sprint de Hamilton, Ferrari tuvo un fin de semana para el olvido en la carrera principal. Tanto el británico como Charles Leclerc fueron descalificados por incumplir las regulaciones técnicas. Hamilton perdió todos sus puntos tras no cumplir con la altura mínima del monoplaza, mientras que Leclerc sufrió una sanción similar a la de Pierre Gasly, al no alcanzar el peso mínimo requerido.

El monegasco, que había tenido un buen ritmo en algunos tramos de la carrera, vio cómo sus esfuerzos se desvanecían tras un toque con su compañero que afectó el alerón trasero de su auto. Ferrari, que llegó a 2025 con grandes expectativas tras su crecimiento en 2024 y la incorporación de Hamilton, ahora enfrenta un duro golpe en el campeonato.

La rápida degradación de los neumáticos obligó a los equipos a cambiar sus planos. Haas se sorprendió con una estrategia poco convencional pero efectiva, logrando que sus dos pilotos sumaran puntos. Esteban Ocon, quien fue el primero en detenerse, logró mantener la ventaja y finalizó séptimo. Oliver Bearman, por su parte, largó con neumáticos duros y gestionó su carrera a la perfección, terminando décimo.

En contraste, Yuki Tsunoda volvió a quedarse fuera de la zona de puntos, a pesar de haber clasificado entre los diez primeros. Los debutantes tampoco tuvieron su mejor jornada, salvo por Kimi Antonelli, quien finalizó octavo. Mientras tanto, las dudas crecen en torno a algunos asientos, como el de Liam Lawson en Red Bull y el de Jack Doohan en Alpine, quienes no lograron destacar.