Wanda Nara sigue atrincherada: la Justicia la intimó a entregar a sus hijas a Mauro Icardi

El juez de familia ordenó el cumplimiento inmediato del régimen de visitas, pero Wanda se niega a acatar. La policía y agentes del Ministerio intervinieron en el conflicto.

Wanda Nara volvió a ser protagonista de una escena de tensión judicial. Este viernes, debía entregar a sus hijas a Mauro Icardi por orden del juez de familia Hagopian, quien había autorizado el reencuentro del futbolista con las menores por una semana. Sin embargo, la empresaria se negó a cumplir el fallo y permaneció atrincherada en su departamento de Núñez, lo que obligó a una intervención de la fuerza pública.

Intimación, presencia policial y tensión en el edificio

Cerca del mediodía, personal de la policía de la Ciudad llegó al domicilio con una intimación que exigía el "inmediato cumplimiento" del régimen de visitas. El texto advertía que, en caso de no acatar la orden, se autorizaría el uso de la fuerza pública, con personal femenino no uniformado e incluso el SAME, si fuera necesario.

Durante la tarde, ingresaron al edificio móviles de la superintendencia de violencia familiar y de género. También participó Fernanda Mattera, funcionaria del Ministerio, quien intentó mediar y dialogar con las menores. Según trascendió, las niñas se resistieron a irse con su padre, principalmente la mayor, quien expresó incomodidad con el entorno de Icardi.

Las dos versiones del conflicto

Hay versiones encontradas sobre la postura de Wanda. Por un lado, se dijo que estaba dilatando la entrega y llorando dentro del departamento, negándose a dejar ir a sus hijas. Por otro, desde su entorno afirman que las mochilas estaban listas desde la noche anterior y que Wanda tiene un viaje programado a Miami por el Mundial de Clubes.

"Wanda está haciendo un teatro tremendo", aseguró una panelista de Intrusos, mientras que otros periodistas indicaron que la empresaria se quebró emocionalmente ante la presión judicial. Mientras tanto, Mauro Icardi esperaba en el subsuelo junto a sus abogados, decidido a no retirarse sin sus hijas.

Un caso familiar que escala y podría tener consecuencias judiciales

La causa, que ya venía cargada de conflictos, ahora toma otro tono. La negativa de Wanda podría agravar su situación legal y complicar aún más la custodia compartida. La Justicia ya dio señales claras de que no permitirá nuevas dilaciones y dejó abierta la posibilidad de nuevas medidas si el régimen no se cumple.

En medio de todo, las hijas son quienes más sufren el conflicto. Mientras el mundo mira el escándalo mediático, las niñas quedan atrapadas entre dos versiones irreconciliables de una separación que ya no puede ocultar su costado más doloroso.

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