Una pareja encerró a una mujer por cinco años en un garage
Además, le vaciaron la cuenta y presentaba signos de haber consumido drogas tras poder aprovechar un descuido para escapar.
El horror comenzó cuando la víctima compartía vivienda con una mujer de 60 años, auxiliar de enfermería, que posteriormente llevó a vivir a su pareja de 82 años. Desde entonces, la víctima fue aislada, maltratada y despojada de todo su dinero y ayudas sociales.
Según relató la propia víctima, primero la obligaron a vivir en una carpa en el jardín, y luego la encerraron en el garage, donde dormía en una reposera, hacía sus necesidades en baldes y bolsas de plástico, y consumía papilla mezclada con detergente. Durante años soportó frío, hambre y exposición al clima, con muy pocas salidas al exterior.
La fuga y el rescate
La pesadilla terminó el 14 de octubre, cuando la víctima aprovechó un descuido para salir del encierro y tocar timbre a los vecinos, hasta que finalmente alguien la ayudó.
Al llegar la policía, encontraron a una mujer extremadamente delgada, con casi 50 kilos menos, signos de haber sido drogada y mal alimentada, y en estado de hipotermia. En el garage hallaron pruebas contundentes del encierro: la puerta bloqueada con bloques de cemento.
El médico que la atendió le otorgó 30 días de incapacidad total por las secuelas físicas y psicológicas.
Un pueblo en shock y la investigación en marcha
Saint-Molf, un pueblito de apenas 2.800 habitantes, quedó conmocionado. Vecinos relataban su sorpresa al descubrir que la tragedia ocurría "justo al lado de casa", sin que nadie sospechara nada.
El polo criminal de Nantes asumió la investigación. Ambos imputados reconocieron las condiciones en que vivía la víctima, aunque minimizaron su responsabilidad.
Fueron imputados por:
Secuestro con tortura o actos de barbarie (abril 2022 - octubre 2025)
Abuso fraudulento del estado de sujeción psicológica o física
Abuso de debilidad de persona vulnerable (desde 2018)
La mujer quedó detenida y su pareja bajo control judicial, enfrentando la posibilidad de cadena perpetua.
Mientras tanto, la comunidad intenta asimilar el horror ocurrido dentro de una vivienda común. "Estamos sorprendidos, acá nunca pasa nada", expresó un vecino jubilado.