Una ONG aseguró que el Gobierno recortó a las áreas encargadas de la política ambiental

Se da en el mismo contexto en el que Javier Milei celebra el superávit fiscal como uno de sus principales logros económicos.

Mientras el Gobierno de Javier Milei celebra el superávit fiscal como uno de sus principales logros económicos, las áreas vinculadas a la protección del ambiente y la lucha contra el cambio climático sufren recortes drásticos. Según un informe de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), el presupuesto destinado a la deuda pública en 2025 podría financiar 37 veces el total asignado a todas las partidas ambientales.

El reporte alerta sobre una caída real del 26,5% en el presupuesto total entre 2023 y 2025, aunque las áreas ambientales padecen un ajuste mucho más profundo: nueve de cada diez partidas vinculadas a ambiente, clima y biodiversidad fueron recortadas entre un 28,1% y un 83,2%.

A pesar del ajuste, el informe plantea una paradoja contundente: solo con el 88% del superávit financiero acumulado en el primer semestre de 2025, podrían evitarse estos recortes sin desequilibrar las cuentas del Estado.

El caso Riachuelo y el abandono del saneamiento ambiental

Uno de los casos más emblemáticos del desfinanciamiento es el de la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), creada para sanear una de las zonas más contaminadas del país. Su presupuesto cayó un 83,2% en términos reales desde 2023, y en el primer semestre de 2025 solo se ejecutó el 31,3% de los fondos disponibles.

El retroceso coincide con la decisión de la Corte Suprema de archivar la causa "Mendoza", lo que puso fin al control judicial sobre el proceso de saneamiento. El resultado: objetivos habitacionales, cloacales e industriales sin cumplir, y una de las deudas ambientales más urgentes del país otra vez postergada.

Bosques, incendios y clima: recursos en baja

El Fondo Nacional para los Bosques Nativos ejecutó apenas el 10,1% de su presupuesto en la primera mitad del año, muy por debajo de lo exigido por la Ley 26.331. El Servicio Nacional de Manejo del Fuego, ahora bajo control del Ministerio de Seguridad, tampoco escapa al ajuste: recibió apenas el 22% de sus fondos y podría cerrar el año con la menor ejecución en cuatro años, pese al aumento de incendios forestales.

La Subsecretaría de Ambiente perdió casi el 69% de su presupuesto, y Parques Nacionales, un 40%. A esto se suma una precarización laboral creciente, con contratos que se renuevan mes a mes y sin horizonte de planificación.

El Servicio Meteorológico Nacional, clave en un contexto de crisis climática creciente, también fue golpeado: perdió un 36,5% de su presupuesto real, en un país cada vez más expuesto a sequías, tormentas e inundaciones.

para Milei el cambio climático es una "ideología socialista"

Más allá de los números, el trasfondo político es claro. Javier Milei se ha manifestado abiertamente en contra de la Agenda 2030 y de los consensos internacionales sobre el cambio climático, a los que asocia con una "ideología socialista". Incluso retiró a la delegación argentina de la COP 29 en 2024, en sintonía con posiciones negacionistas como la de Donald Trump.

"El problema no es solo la falta de fondos, sino la falta de voluntad política", advirtió Andrés Nápoli, director de FARN. "¿Cómo vamos a discutir cambio climático con un Gobierno que niega el cambio climático?", se preguntó.

Mientras tanto, el impacto ambiental avanza. La falta de inversión en áreas clave, sumada al desmantelamiento institucional, deja al país sin respuesta ante una crisis ecológica que ya no es futura: está ocurriendo ahora.

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