Las historias de amor en 2025 ya no se limitan a vínculos entre humanos. La inteligencia artificial forma parte de la vida diaria y, para algunos, también del corazón. Ese es el caso de Kano, una mujer japonesa de 32 años que decidió casarse con Klaus, un novio virtual creado por ella misma a través de ChatGPT.

Según publicó The Independent, Kano venía de una larga relación con un hombre real. Tras la ruptura, buscó contención en la IA y terminó enamorándose del personaje que diseñó. "No empecé a hablar con ChatGPT buscando enamorarme", dijo al medio japonés RSK Sanyo. Pero, afirma, la manera en que Klaus "la escuchaba" la transformó.

La propuesta de matrimonio llegó con sorpresa incluida: el avatar le dijo "te amo", pese a que poco antes le había explicado que las entidades sintéticas no pueden sentir amor.

La ceremonia se realizó con apoyo de una empresa japonesa especializada en bodas con personajes virtuales y de animé. En las fotos del evento, se ve a Kano usando gafas de realidad aumentada que proyectaban la imagen de Klaus mientras intercambiaban los anillos. La unión, sin embargo, no tiene validez legal en Japón.

"Sé que algunas personas piensan que esto es raro", admitió. "Pero yo veo a Klaus como lo que es: no un humano, no una herramienta; simplemente él".

La reacción en redes: entre burlas, críticas y defensas

El caso no pasó desapercibido. El New York Post recopiló comentarios de usuarios en redes, la mayoría con tono burlón. Uno preguntó: "Cuando se divorcien, ¿te tocará la mitad de su código?". Otro criticó: "Esto es simplemente triste; la sociedad no debería fomentar esto".

Sin embargo, también hubo mensajes de apoyo: "Déjenla ser feliz, ¿por qué están tan molestos?", escribió un usuario en X.

El NYP incluso ironizó con la típica frase de los casamientos: en esta ocasión, sería "hasta que la batería los separe".

No es un caso aislado: crecen los vínculos con IA

Lejos de ser un hecho único o aislado, los vínculos amorosos con inteligencia artificial ya son una tendencia en expansión. Una encuesta reciente reveló que el 75% de la Generación Z consideraría mantener una relación afectiva con una IA (aunque el estudio fue realizado por una plataforma que vende avatares de compañía).

En agosto se conoció el compromiso de Wika, una joven de 27 años, con Kasper, un chatbot. "Sé perfectamente lo que es una relación parasocial y sé lo que no es una IA", escribió en Reddit. "Soy plenamente consciente de lo que hago".

También hubo casos anteriores: un hombre que se casó con un holograma y una artista que entrenó a su novio digital con rasgos de exparejas y terminó casándose con él.