Sabrina, madre de una de las jóvenes asesinadas en el triple femicidio que conmocionó al país, volvió a hablar públicamente y no se guardó nada. En diálogo con Radio Rivadavia, puso en duda que Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como "Pequeño J", sea el verdadero autor del crimen.

"Nos vendieron un verdulero", ironizó la mujer, y fue más allá: "¿Le ves la cara a ese muchacho? No es capaz ni de negociarme un cajón de naranja". 

Para ella, lo que sucedió con su hija Morena, junto a Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez, requiere de una mente criminal muy distinta: "Tenés que estar muy enfermo para hacer algo así".

Denuncia de encubrimiento y silencio en redes

Además de cuestionar la figura del acusado, Sabrina apuntó contra un posible intento de desviar la atención pública: "Fíjense en las redes, empezaron a desaparecer chicas. ¿Para qué? Para que lo de ellas tres deje de hacer ruido", dijo con indignación.

Lejos de quedarse en la queja, la mujer prometió seguir alzando la voz: "Así seamos diez gatos locos, voy a seguir haciéndoles ruido".

Tensión con la policía y reclamos a la Justicia

Durante una movilización reciente, Sabrina vivió un momento de violencia que la dejó marcada. "Me empujaron, me tiraron, tengo el codo todo morado", contó. Según relató, tuvo que identificarse a los gritos: "Soy la mamá de Morena". Su reclamo fue claro y directo: "En vez de protegernos, nos atacan. Es su deber cuidarnos".

También hubo críticas para el fiscal del caso, a quien exigió respuestas concretas sobre los últimos avances en la investigación: "¿El rastrillaje dio positivo o negativo con la ropa que anoche pasó tu personal por casa?", lanzó.

"El país está con nosotras"

Al cierre de la entrevista, Sabrina agradeció el apoyo recibido desde que se conoció el crimen: "Está el país con nosotros". También desmintió rumores sobre actividad narco en su barrio: "Cerca de mí no venden droga. Y si venden, que lo investigue la Policía, no es mi tema".