Un robot se graduó en una escuela secundaria china y se robó todas las miradas
El humanoide Shuang Shuang recibió su diploma en un acto escolar, en medio del avance imparable de China en el desarrollo de inteligencia artificial y robótica.
La escena podría haber salido de una película de ciencia ficción, pero ocurrió en la vida real: un robot humanoide participó como protagonista de una ceremonia de graduación en la ciudad de Fujian, en el este de China. El autómata, bautizado Shuang Shuang -que en chino significa "brillante"-, subió al escenario, saludó a un docente y se llevó su diploma, como cualquier otro estudiante... aunque en una bolsa reutilizable, más propia del supermercado que del ámbito académico.
El público lo ovacionó. No era para menos: la presencia del robot marcó un nuevo hito simbólico del lugar que las máquinas comienzan a ocupar en la vida cotidiana de millones de personas.
Robótica al ritmo de maratón y boxeo
El peculiar egreso no fue un hecho aislado, sino parte de una serie de demostraciones impulsadas por el gobierno chino para posicionarse como líder mundial en robótica. Durante los últimos meses, Pekín y otras ciudades chinas organizaron eventos con robots como protagonistas, entre ellos una media maratón con humanoides corriendo junto a personas reales -el más rápido de los autómatas tardó 2 horas y 40 minutos en completar el trayecto- y una competencia de kickboxing entre máquinas.
En esa misma línea, Hangzhou fue sede del primer campeonato nacional de fútbol robótico, en el que los participantes mecánicos lucharon más por mantenerse de pie que por meter goles. Aun así, los especialistas celebraron los avances técnicos detrás de cada movimiento, incluso los más torpes.
Mucho más que entretenimiento
Aunque los eventos deportivos y escolares captan la atención por su carácter llamativo, el desarrollo robótico en China tiene objetivos mucho más amplios. Además de pensar en aplicaciones industriales y domésticas, las autoridades del país también destinan recursos a proyectos con fines militares. Un ejemplo de ello es el reciente anuncio de un robot miniatura del tamaño de un mosquito, diseñado para tareas de espionaje.
Con una inversión sostenida y una estrategia nacional de innovación tecnológica, China acelera su carrera frente a Estados Unidos en lo que algunos analistas describen como una "guerra fría" del siglo XXI, pero en versión digital.