Un pastor cristiano vio un documental sobre el nazismo y se enteró que es nieto de un temido genocida

Henrik Lenkeit, radicado en Mallorca, descubrió que era nieto de Heinrich Himmler, uno de los jerarcas más despiadados del Tercer Reich.

En casi todas las familias hay secretos. Algunos se desvanecen con los años, otros se entierran bajo silencios densos. Pero hay secretos que, cuando emergen, reconfiguran toda una existencia. Eso fue lo que le ocurrió a Henrik Lenkeit, un pastor cristiano alemán que a los 47 años descubrió que su abuelo no era un hombre cualquiera, sino Heinrich Himmler, uno de los principales responsables del exterminio nazi.

Una tarde de agosto de 2024, mientras buscaba algo para ver, eligió un documental sobre nazismo. Como muchos alemanes de su generación, Lenkeit sentía una mezcla de curiosidad y culpa histórica hacia ese pasado. En la pantalla, una imagen lo detuvo en seco: una mujer idéntica a su abuela. El documental hablaba de la amante de Himmler, llamada Hedwig Potthast, con quien el jerarca había tenido dos hijos. El nombre coincidía. Solo el apellido variaba.

Lenkeit pausó el video y comprendió lo imposible: esa mujer era su abuela. Horas después, comenzó una investigación personal que lo llevó a descubrir que su madre, Nanette Dorothea, era hija ilegítima de Himmler y de Potthast.

"Cuando 47 años de tu vida son una mentira"

Lenkeit no necesitó bucear en archivos secretos ni pedir ADN. En biografías de Himmler ya figuraban los nombres de Hedwig Potthast y sus hijos. Lo que su familia había hecho, como tantas otras después de la guerra, fue ocultar el apellido, cambiar documentos y reescribir su historia para poder sobrevivir sin la sombra del horror.

"Mis hijos nunca me habían visto así. Yo era una olla a presión. Tenía que asimilar todo esto. Cuando 47 años de tu vida son una mentira, gran parte de tu identidad muere. Entré en un proceso de duelo", relató al diario El País de España.

Pastor cristiano, consejero matrimonial y padre de tres hijos, Lenkeit construyó una vida dedicada al acompañamiento espiritual. Pero aquel descubrimiento lo obligó a revisarse por completo: su fe, su historia, su apellido. Contactó a Katrin Himmler, sobrina del jerarca y autora del libro Los dos Himmler, quien lo ayudó a confirmar la filiación mediante documentos oficiales.

"De pronto todo encajaba: las coincidencias, las omisiones, el silencio de mi madre. Viví 47 años dentro de una mentira amorosa, tejida para protegernos", confesó.

La carga de un apellido maldito

Heinrich Himmler fue uno de los arquitectos de la Solución Final. Creador de las SS y jefe de la Gestapo, supervisó el sistema de campos de concentración y organizó la maquinaria burocrática del genocidio. Su nombre encarna el horror.

¿Cómo se sobrevive al peso de un linaje así? ¿Cómo perdonar a los propios antepasados? Lenkeit aún busca respuestas. "Cuando tu abuelo fue un asesino de masas, tu identidad se vuelve un campo minado. Pero el silencio es otra forma de repetir la historia", dice.

Mientras algunos descendientes de jerarcas nazis eligieron desaparecer o incluso reivindicar a sus familiares -como Gudrun Himmler, hija oficial del jerarca, que defendió el legado de su padre hasta su muerte-, Henrik decidió hacer lo opuesto: hablar. Desde que descubrió su origen, da charlas y trabaja en proyectos educativos sobre memoria, reconciliación y verdad.

Yo no soy responsable de lo que hizo mi abuelo, pero sí de lo que hago con su memoria

El secreto familiar que emergió de un documental lo obligó a reinventarse. A reconocer el horror sin ser devorado por él. A entender que la verdad, por más dolorosa que sea, siempre libera.

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