Un nuevo visitante interestelar atraviesa el Sistema Solar a más de 200.000 km/h
El cometa 3I/Atlas, el tercero en su tipo jamás detectado, no representa peligro para la Tierra y ofrece una oportunidad única para la ciencia
Astrónomos de todo el mundo confirmaron la llegada de un nuevo objeto interestelar que está cruzando el Sistema Solar a una velocidad impresionante: 60 km por segundo, lo que equivale a más de 200.000 km/h. Se trata de 3I/Atlas, el tercer objeto de este tipo jamás observado por la humanidad.
El hallazgo fue realizado por un observatorio chileno como parte del proyecto ATLAS, financiado por la NASA. Su trayectoria hiperbólica indica que no está atado al Sol: vino del espacio interestelar... y regresará allí.
¿Qué se sabe hasta ahora?
Según los especialistas, 3I/Atlas es probablemente un cometa compuesto principalmente de hielo y con un diámetro estimado entre 10 y 20 kilómetros. Fue clasificado como tal por el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional (UAI).
Actualmente se encuentra dentro de la órbita de Júpiter y seguirá acercándose al Sol hasta fines de octubre. A pesar de su velocidad extrema, no representa una amenaza para la Tierra, ya que pasará cerca de la órbita de Marte.
A diferencia de sus antecesores -Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019)- este nuevo cometa parece más grande y se mueve aún más rápido. Su aspecto refleja una composición helada, lo que lo haría más brillante al acercarse al Sol.
Ciencia en tiempo real: lo que se puede aprender
Este tipo de hallazgos son cada vez más frecuentes gracias al avance de la tecnología y la mejora de los sistemas de observación. El astrónomo Mark Norris, de la Universidad de Central Lancashire, señaló que podría haber miles de objetos como este atravesando el Sistema Solar sin ser detectados. Nuevas instalaciones, como el Observatorio Vera C. Rubin en Chile, podrían permitir descubrir más de ellos cada mes.
Aunque enviar una misión para interceptarlo es técnicamente inviable, 3I/Atlas representa una oportunidad única para estudiar material interestelar sin salir de casa. Si llegaran a detectarse compuestos como aminoácidos en su superficie, eso abriría la puerta a nuevas hipótesis sobre el origen de la vida en otros sistemas estelares.