Trump despliega submarinos nucleares cerca de Rusia tras advertencias de Medvédev

El presidente de EEUU respondió a las amenazas del exmandatario ruso con una maniobra militar que agita la tensión global.

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este viernes el despliegue de dos submarinos nucleares en las costas rusas, en lo que calificó como una medida de precaución ante recientes declaraciones del exmandatario ruso Dmitri Medvédev.

A través de su red Truth Social, Trump sostuvo que la orden fue motivada por comentarios que consideró "altamente provocadores" del actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del Kremlin.

"Ordené posicionar dos submarinos nucleares en las regiones apropiadas por si estas declaraciones insensatas resultan ser más que simples palabras", escribió el mandatario. Además, advirtió que "las palabras tienen consecuencias" y que espera no estar ante una escalada no deseada.

Medvédev contestó con ironías y referencias a la Guerra Fría

La reacción rusa no tardó. Medvédev, uno de los voceros más duros del oficialismo, acusó a Trump de jugar con ultimátums peligrosos y recordó que Rusia aún conserva capacidad de ataque nuclear, incluida la activación del sistema de represalia automática conocido como "Mano Muerta".

Desde su canal de Telegram, el dirigente comparó la situación con escenas de la serie The Walking Dead y minimizó los intentos de Trump de presionar por un acuerdo de paz en Ucrania.

"Trump juega al ultimátum. 50 días o 10... Que recuerde que Rusia no es Israel ni Irán. Cada ultimátum es una amenaza directa, no solo para nosotros, sino también para su propio país", escribió.

Tensión creciente en el tablero internacional

El cruce entre Trump y Medvédev ocurre en un contexto de creciente tensión por la guerra en Ucrania, donde las negociaciones de paz están estancadas y las posturas de ambos líderes se endurecen.

Trump, que ya inició su campaña de reelección, busca mostrarse firme frente al Kremlin. Medvédev, por su parte, mantiene una línea confrontativa que refuerza el discurso militarista del gobierno de Vladímir Putin.

Con esta maniobra militar, Estados Unidos envía un mensaje claro: no tolerará amenazas nucleares, ni siquiera retóricas. Sin embargo, el despliegue también incrementa el riesgo de un nuevo pico de tensión entre las potencias.

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