Por unas horas, Donald Trump dejará atrás la guerra en Ucrania, la crisis en Gaza y la tensión en Venezuela para convertirse en el centro de un espectáculo mundial: será el anfitrión del sorteo del Mundial 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.

El evento se realizará en el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, inaugurado en 1971 frente al río Potomac. Hoy administrado por Richard Grenell -diplomático republicano de estrecha relación con Trump-, el emblemático espacio recibirá un operativo de seguridad similar al que se aplica cuando la Casa Blanca recibe a líderes bajo amenaza, como Volodimir Zelenski o Benjamín Netanyahu.

Javier Milei decidió ausentarse del evento, aun cuando tenía un asiento VIP junto al presidente estadounidense y una invitación oficial para llegar juntos desde la Casa Blanca. Lionel Messi tampoco estará presente: jugará la final de la MLS con el Inter Miami frente a Vancouver Whitecaps. 

En representación de la Argentina estarán el técnico Lionel Scaloni y el presidente de la AFA, Claudio Tapia.

Poder, alianzas tensas y ausencias que llaman la atención

La decisión de Milei sorprendió en el entorno de Trump, donde no logran comprender por qué el mandatario argentino se bajó de un evento que promete quedar registrado como uno de los grandes hitos políticos del siglo XXI.

En contraste, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, sí estarán presentes pese a mantener con Trump una relación comercial compleja. El líder republicano aumentó aranceles y tensó las exportaciones de ambos países hacia Estados Unidos, pero aun así Sheinbaum y Carney posarán con él durante la ceremonia y luego asistirán a una reunión en la Casa Blanca.

El sorteo también será escenario para que Trump reafirme su postura dura contra Irán. El Gobierno estadounidense denegó las visas a los delegados iraníes, argumentando que el país es un "estado teocrático que promueve el terrorismo global". La FIFA intentó mediar, pero la respuesta fue tajante: no.

El 2026, el año que Trump quiere convertir en un hito

Trump pretende que 2026 quede grabado como un año histórico para Estados Unidos. Su agenda incluye organizar el G20 en Miami, protagonizar el Mundial de Fútbol y realizar una celebración masiva por el 250° aniversario de la independencia del país.
Los tres eventos llevarán su sello político y mediático, incluso en un contexto de elecciones de medio término que podrían definir el futuro del Partido Republicano y su objetivo de mantener la Casa Blanca lejos de los demócratas.

En la previa del sorteo, Gianni Infantino anunció la creación del Premio FIFA de la Paz, que se entregará por primera vez este año. El objetivo, según el dirigente, es reconocer a quienes trabajan por la unidad en un mundo "inestable y dividido".
El nombre del primer ganador permanece en secreto, aunque todo indica que ese misterio no durará demasiado.