Trump insinúa baja de aranceles a China y agita los mercados antes de una nueva ronda de diálogo

En la antesala de nuevas negociaciones entre Washington y Beijing, un mensaje críptico de Trump sobre aranceles desata incertidumbre entre inversores y despierta expectativas de distensión en la guerra comercial.

El clima de tensión entre Estados Unidos y China podría estar por cambiar. A pocas horas del inicio de una nueva ronda de negociaciones comerciales, desde la Casa Blanca se enviaron señales que muchos interpretan como un posible giro hacia la distensión. Un mensaje publicado por Donald Trump en sus redes sociales alimentó esa expectativa, al mencionar un posible arancel del 80% para productos chinos, lo que supondría una baja respecto al 145% actual.

Aunque no hubo anuncios oficiales, el mensaje del expresidente sacudió al mercado y generó más preguntas que respuestas. La falta de claridad sobre si se trata de una propuesta formal, una sugerencia temporal o una estrategia negociadora dejó a los analistas y a los inversores navegando en la incertidumbre.

Qué dijo Trump y por qué genera ruido

"¡Un arancel del 80% a China parece correcto! Depende de Scott B.", escribió Trump, en referencia al secretario del Tesoro, Scott Bessent. El comentario, breve pero contundente, fue suficiente para mover el tablero financiero: los futuros del índice S&P 500, por ejemplo, reaccionaron con una leve caída tras la publicación.

El problema, según observan expertos, es la ambigüedad del mensaje. ¿Busca Trump delegar la decisión en Bessent? ¿Está sugiriendo una rebaja definitiva o una jugada táctica? En cualquier caso, un arancel del 80% aún representa una barrera considerable al comercio bilateral, aunque suene más moderado frente al 145% actual.

Contexto: una guerra comercial en pausa tensa

La disputa arancelaria entre Washington y Beijing no es nueva. Tras aplicar duras sanciones comerciales a más de 180 países, Trump mantuvo durante un tiempo los aranceles para China en su punto más alto, mientras abría otras negociaciones con condiciones más blandas.

China, lejos de quedarse quieta, respondió con sus propios aumentos, llevando los aranceles a productos estadounidenses al 125%. Ahora, en la antesala de un nuevo encuentro entre ambas potencias, Trump dejó entrever que la reducción es inevitable: "No se puede subir más, está en 145%. Sabemos que bajará", afirmó optimista ante la prensa.

Sin embargo, la retórica beligerante también sigue presente. En otro posteo, Trump exigió a China que abra su mercado: "¡CHINA DEBERÍA ABRIR SU MERCADO A EE. UU.! ¡SERÍA MUY BUENO PARA ELLOS!".

 Con las negociaciones a punto de comenzar, los mercados están atentos. Las palabras de Trump, como tantas veces, generan tanto expectativa como confusión. ¿Será esta la puerta de salida para una guerra comercial que ya lleva años? 

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