Trump abre la puerta a negociar con Irán tras los ataques y el Parlamento reacciona con firmeza
El presidente de EEUU confirmó que retomará el diálogo nuclear con Teherán, aunque lo relativizó. Mientras tanto, el Parlamento iraní votó suspender la cooperación con el organismo atómico de la ONU.
Desde La Haya, durante la cumbre de la OTAN, el presidente estadounidense Donald Trump sorprendió al anunciar que podría retomar conversaciones con Irán la semana próxima. Según dijo, buscará un acuerdo que impida a Teherán continuar con su programa de enriquecimiento de uranio, aunque aclaró: "No me importa si se firma o no".
En su habitual tono desafiante, Trump aseguró que el reciente bombardeo conjunto con Israel sobre instalaciones nucleares iraníes fue contundente: "Lo volamos todo. Hasta el reino de los cielos". Las declaraciones llegan días después del cese del fuego tras una guerra de 12 días, marcada por ataques a Natanz, Isfahán y Fordo.
Irán acusa a la ONU de complicidad y toma represalias diplomáticas
Mientras Trump hablaba en Europa, en Teherán se votaba una medida clave: la suspensión de la cooperación con el OIEA, el organismo de la ONU que supervisa el programa nuclear iraní. La resolución fue respaldada por 221 de los 290 legisladores, sin votos en contra.
El presidente del Parlamento, Mohammad Bagher Ghalibaf, criticó duramente al organismo internacional por no condenar los bombardeos: "Puso en juego su credibilidad". Según anunció, Irán dejará de colaborar hasta que se garantice la seguridad de sus instalaciones nucleares.
¿Un acuerdo real o un gesto político?
Aunque Trump insiste en que Irán "no tendrá armas nucleares", informes de inteligencia de EE.UU. e Israel sostienen que los ataques solo retrasaron el desarrollo del programa nuclear por algunos meses. Además, el principal punto de fricción sigue siendo el enriquecimiento de uranio, algo que Teherán se niega a abandonar, aunque afirma que su fin es pacífico.
El futuro del acuerdo nuclear es incierto. Las próximas semanas serán clave para saber si se abre una nueva etapa de negociaciones reales o si solo se trata de una jugada política más en medio de un conflicto que no parece cerca de cerrarse.