Scioli evalúa trasladar a los carpinchos de Nordelta a una isla
El secretario de Turismo, Ambiente y Deportes analiza un plan de relocalización para mitigar conflictos entre vecinos y fauna silvestre.
La convivencia entre humanos y carpinchos en el norte bonaerense, especialmente en el barrio privado Nordelta, dejó de ser una rareza para convertirse en un problema ambiental y social. Los animales -el mayor roedor de Sudamérica- se instalaron en la agenda pública tras repetirse accidentes de tránsito, ataques a mascotas y denuncias por mordeduras.
Pero también hay otra cara: vecinos que los adoptan como mascotas, les dan de comer y los integran a su vida cotidiana, a pesar de que se trata de fauna silvestre protegida por ley.
Frente a esta situación, el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, junto al subsecretario de Ambiente, Fernando Brom, propusieron una solución concreta: trasladar a los carpinchos a una isla del Delta.
Un santuario en el Delta como nuevo hábitat
Según explicó Daniel Scioli, el objetivo del Gobierno es desarrollar un programa de "traslocación controlada" que permita reubicar a los carpinchos en un entorno más adecuado. La idea es llevarlos a una isla de San Fernando o Tigre, con abundante vegetación y sin riesgos de interacción urbana.
"Después de conversar con especialistas, queremos relocalizarlos en un hábitat natural, donde puedan alimentarse y vivir en condiciones óptimas", dijo el funcionario. Además, aseguró que el procedimiento no será compulsivo y se buscará el acuerdo con las familias de la zona.
¿Un exceso de carpinchos o una mala convivencia?
Los especialistas coinciden en que la mayor visibilidad de carpinchos no implica necesariamente una sobrepoblación. Manuel Jaramillo, director general de la Fundación Vida Silvestre Argentina, sostuvo que "no hay un aumento en la densidad de estos animales", sino que la urbanización avanzó sobre su territorio natural. En invierno, con menos recursos en zonas silvestres, buscan comida en espacios urbanizados.
La presencia de más de 3.000 ejemplares en esa región, según estimaciones no oficiales, genera tensiones constantes. El veterinario Adrián Petta, por ejemplo, atendió múltiples casos de accidentes viales y de salud provocados por estos animales.
Entre la ternura viral y los actos ilegales
Mientras algunos usuarios de TikTok, como la joven Angie, se volvieron virales por mostrar a los carpinchos como mascotas -compartiendo mate y bizcochos-, otros vecinos han reaccionado con rechazo, colocando cercas electrificadas para ahuyentarlos. Esta práctica está prohibida por las leyes ambientales y ha generado fuerte polémica.
Experiencia previa: la elefanta Kenya
Este no es el primer operativo de traslado impulsado por la gestión de Daniel Scioli. Semanas atrás, su cartera coordinó el traslado de la elefanta Kenya desde el Ecoparque de Mendoza a un santuario en Brasil, tras 40 años en cautiverio. El viaje implicó una logística de más de 3.600 kilómetros y fue destacado por cerrar "un ciclo de 136 años de elefantes en cautiverio en Argentina".
Un debate que pide consenso
La iniciativa oficial sobre los carpinchos apunta a generar consenso: trasladarlos sin dañarlos y con participación de los vecinos. Scioli remarcó que el seguimiento del proceso será clave y que los animales podrán ser visitados por quienes ya desarrollaron un vínculo con ellos.
La medida, si bien busca reducir conflictos en barrios como Nordelta, abre nuevamente el debate sobre los límites del urbanismo y la convivencia con la naturaleza en zonas que fueron, originalmente, humedales habitados por especies autóctonas.