Una escena de caos y horror se vivió este domingo en la ciudad de Grand Blanc, en el estado de Michigan (EE.UU.), cuando un hombre armado irrumpió en una iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ubicada sobre McCandlish Road. El atacante abrió fuego contra los asistentes y, posteriormente, inició un incendio dentro del templo.

El saldo provisorio del hecho es de al menos seis personas heridas, aunque no se detalló aún la gravedad de sus lesiones. La policía local confirmó que el agresor fue abatido en el lugar y aseguraron que "no existe una amenaza activa para la comunidad".

El templo, en llamas y con un fuerte operativo de emergencia

Tras el tiroteo, el fuego se extendió rápidamente por distintas partes del edificio, poniendo en riesgo la estructura completa del templo. Equipos de bomberos y servicios de emergencia acudieron de inmediato para contener las llamas, aunque temen que el techo colapse por los daños.

El Departamento de Policía del Municipio de Grand Blanc, a través de sus redes sociales, informó que el lugar de reunificación para los familiares fue dispuesto en un pabellón cercano, mientras que también se habilitó el teatro Trillium, en la intersección de Holly y McCandlish, como punto de encuentro alternativo.

Trump repudió el ataque y pidió oraciones por las víctimas

El presidente Donald Trump emitió un comunicado a través de Truth Social, donde condenó el hecho y expresó su preocupación por lo que calificó como "otro ataque dirigido contra cristianos en Estados Unidos".

"El atacante está muerto, pero todavía hay mucho por esclarecer. El FBI ya se encuentra a cargo de la investigación federal y trabajará junto a las autoridades locales", detalló Trump, quien también pidió a la población que rece por los afectados y sus familias. "Esta epidemia de violencia debe terminar", concluyó.