El Tesoro enfrenta un diciembre clave: vencimientos y liquidez limitada
El Gobierno debe refinanciar deuda en pesos por más de $40 billones, mientras aguinaldos y vacaciones aumentan la demanda de efectivo. Solo $14 billones dependen de inversores privados.
El Tesoro llega a diciembre con uno de los mayores compromisos financieros del año: vencen más de $40 billones en deuda en pesos. Gran parte corresponde a organismos y entidades estatales, pero unos $14 billones están en manos de inversores privados, lo que representa el verdadero desafío para la estabilidad financiera del mes.
A esto se suma que los pagos de aguinaldos y vacaciones aumentan la necesidad de efectivo, mientras los depósitos líquidos del Banco Central apenas alcanzan los $4 billones, según estimaciones privadas.
Fondos disponibles y alternativas del Gobierno
El Ministerio de Economía dispone de $15 billones adicionales en el Banco Nación, aunque no están disponibles de inmediato, ya que están colocados en títulos y créditos que requieren operaciones previas para transformarlos en liquidez.
Entre las opciones evaluadas, el Tesoro podría vender títulos públicos en cartera o realizar pases activos al Banco Central usando esos instrumentos como garantía. Analistas coinciden en que un refinanciamiento cercano al 100% sería clave para evitar tensiones en el mercado.
"El Gobierno antes de la licitación seguirá flexibilizando encajes para tener más margen. Otras alternativas son transferir pesos del superávit fiscal al BCRA o que el BCRA compre reservas, aunque esto último es más complejo por el nivel del tipo de cambio", explicó el economista Federico Machado.
Estrategia de refinanciamiento y confianza del mercado
En la última licitación de noviembre, Finanzas logró refinanciar casi la totalidad de los vencimientos sin incentivos significativos, un gesto interpretado como un indicio de confianza en los instrumentos de deuda en pesos.
Consultoras como Aurum Valores y Rava Bursátil destacan que la combinación de baja de encajes y tasas competitivas permitió un rollover cercano al 100%, con un plazo promedio de los nuevos instrumentos superior a seis meses. Según PPI, la extensión de plazos refleja menor incertidumbre política y cierta estabilidad cambiaria, factores que impulsaron el apetito de los inversores por posiciones más largas.
Para diciembre, la atención estará puesta en los $14 billones de vencimientos con tenedores privados. Los analistas anticipan que la demanda podría ser menor por la presión estacional de liquidez, obligando al Tesoro a ofrecer tasas más atractivas si quiere mantener la estabilidad en el mercado de pesos.